Mathieu van der Poel fue el ganador del
Tour de Flandes tanto en 2020 como en 2022. Es uno de los corredores que mejor sabrá qué hacer este domingo, sin embargo, a pesar de su gran estado de forma y motivación, encontrará una competencia muy dura en
Wout van Aert y
Tadej Pogacar.
"Todo el mundo ha visto que Jumbo-Visma destaca. Después de lo que han demostrado en las últimas semanas, es lógico que se fijen en ellos. Pero eso no altera el hecho de que también creo que debemos tomar la iniciativa cuando sea necesario", dijo van der Poel en la rueda de prensa previa a la carrera de esta mañana.
En la E3 Saxo Classic, tras recuperarse en Milán-San Remo, demostró estar en forma para volver a ganar a lo grande. Se anticipó a los movimientos estratégicos de Jumbo-Visma y atacó la carrera con fuerza dos veces y muy pronto, creando la jugada ganadora junto a van Aert y Pogacar, que se unieron a otro trío en cabeza, pero más tarde se fueron solos por la carretera.
El trío se destacó claramente en la carrera más importante previa a Flandes. Estuvieron muy igualados y la victoria se decidió al sprint, que ganó el belga. "Van Aert y Pogačar son peligrosos a su manera. Tadej prefiere rodar solo hasta la meta, intentará montarnos en la subida. Wout, en cambio, es el corredor más difícil en el sprint", prosigue.
"En las tres últimas ediciones, siempre llegamos dos a la meta de Oudenaarde. Entrar solo sería algo especial, pero no es fácil porque después del Paterberg queda mucho camino", cuenta van der Poel. La previsión es de viento cruzado en la ciudad el domingo, lo que no beneficiará a los atacantes en solitario.
Sin embargo, la presión no es tanta para el corredor del Alpecin-Deceunink, que ha ganado el primer monumento de la temporada. "Si has ganado un monumento, siempre es un poco más fácil después. Pero eso no significa que vaya a empezar con menos ambición", asegura. "En la E3 me sentí definitivamente con los mejores de la carrera y eso es lo que me llevé conmigo. Aunque no se puede comparar del todo esa carrera con la Ronde, que es mucho más larga."
La fatiga fue en el pasado un factor importante y algo que el piloto de 28 años no ha gestionado adecuadamente. Sin embargo, este año ha recuperado esa experiencia. También tendrá a Soren Kragh Andersen como gran arma para el equipo en su búsqueda de la victoria.
"Me he dado cuenta en el pasado de que normalmente iba algo menos en la París-Roubaix que en el Tour de Flandes. Quería evitarlo este año. El domingo completé una última sesión de entrenamiento realmente larga, pero los días siguientes también tenían en el menú algunos recorridos más largos con aceleraciones extra para estar al máximo en el Tour", añadió,
"Los últimos días, naturalmente, incorporé algo de descanso, para mantener la frescura. Ahora siento que estoy más 'preparado para la carrera'", concluye van der Poel. "El año pasado también funcionó con una base un poco menos amplia, pero entonces el pico dura un poco menos. En Roubaix las piernas ya estaban un poco menos. Esperemos que este año sea diferente".