Jonas Vingegaard fue duda para el
Tour de Francia 2024 hasta última hora. Su caída en el País Vasco mientras disputaba la Itzulia le forzó a retirarse en camilla de la carrera antes de montarse en la ambulancia para pasar varias semanas en el hospital. Sin embargo, el líder del
Visma - Lease a Bike tuvo una recuperación exprés y pudo participar en la ronda gala. Como era de esperar, no estuvo a su mejor nivel y terminó a más de 6 minutos de Tadej Pogacar, pero aún así se pudo montar al segundo escalón del podio.
Aunque después del Tour, Vingegaard corrió la Clásica de San Sebastián y el Tour de Polonia, la falta de acción del danés provocó las críticas de algunos. Sin embargo, como él mismo explicó, simplemente había vaciado el depósito en el Tour de Francia y, ante el inminente nacimiento de su segundo hijo, prefirió descansar y recuperarse por completo, en casa con la familia.
"Estaba más agotado que nunca después de este Tour de Francia", explica Vingegaard en declaraciones recogidas por
Ekstra Bladet. "También significó que tuve que tomarme más descansos. Al principio no me permití tomarme un descanso porque tenía que correr el Tour de Polonia, pero luego me lo tomé. Tenía que hacerlo también. Sentía que después del Tour iba mucho con las bombas. Era lo último que me quedaba".
"Necesitaba un descanso. En aquel momento, intenté continuar y correr también en Polonia. Salió bien, pero allí estuve lejos de mi nivel normal", prosigue. "Tuve un periodo de bajón porque estaba muy cansado y agotado. Había gastado mucha energía preparándome para el Tour, así que es normal que después haya un periodo en el que esté completamente agotado y devastado."
El Mundial volvió a estar ausente del calendario de Vingegaard en 2024, donde su rival Pogacar logró una victoria histórica en Zúrich. "La verdad es que me lo he tomado con calma. He necesitado ese descanso. En relación con el Mundial, no fue porque estuviera de baja por paternidad. Fue porque estaba agotado después de la temporada que he tenido", concluye el danés.