Jonas Vingegaard entró en la última etapa de montaña del
Tour de Francia 2023 con más de siete minutos de ventaja sobre
Tadej Pogacar, con su segundo maillot amarillo prácticamente asegurado. Sin embargo, todo podría haber ido cuesta abajo. La caída y posterior pérdida de tiempo de
Sepp Kuss fue un recordatorio muy vívido de cómo el
Jumbo-Visma sólo tiene la Grande Boucle ganada después de llegar a la meta en París.
"Por supuesto, nunca contamos con esta ventaja. La ventaja que tomamos en la contrarreloj ya era mucho mayor de lo esperado y luego, el día del Col de la Loze, aumentamos aún más la diferencia", dijo
Merijn Zeeman a Wielerflits. "Como resultado, pudimos ver este recorrido con un poco más de calma de antemano". Vingegaard se mantuvo constante y en la 20ª etapa de la carrera siguió el ritmo de Pogacar en su ataque en la subida final, no pudiendo llevarse la victoria de etapa pero sí sellar su carrera por la general.
Hoy en París no se espera ningún ataque a su liderato y tradicionalmente debería ser una etapa relajada. Sepp Kuss cayó fuera del Top 10 con lesiones faciales y más erupciones en la carretera, justo después de la llegada Zeeman comentó sobre el estadounidense: "Todavía no lo he visto. En carrera aún estaba bien, pero le dieron el alta inmediatamente. Tenía una herida muy grande cerca del ojo y en la cara. No creo que haya tenido un buen día".
"También podría haber sido Jonas, entonces todo se habría ido al garete. Por eso seguía siendo bastante estresante en el coche hasta el final de la última subida. Y no lo celebraré hasta que crucemos la línea mañana", concluyó, en relación con la etapa de celebración de hoy hacia París.