Pauline Ferrand-Prévot debutó ayer en la temporada de ciclocross y con los colores del
INEOS Grenadiers en el Koppenbergcross, donde terminó en el puesto 12º. Fue una carrera en la que le pasó absolutamente de todo
"Va a ser brutal y doloroso para el cuerpo, pero supongo que por algún lado tengo que empezar", admitió Ferrand-Prévot en una entrevista posterior a la carrera. "Era mi primera carrera de ciclocross, así que no estaba segura de cómo iba a ir. No he descansado mucho después de la temporada de bicicleta de montaña, pero me sentí bien enseguida. Por desgracia, tuve algunos problemas mecánicos".
A pesar de comenzar en la parte trasera de la carrera, la ciclista francesa se puso entre las 10 primeras rápidamente. Sin embargo, pronto llegó el desastre, ya que tuvo un problema con la cadena que le hizo perder varios minutos, a lo que se sumó un largo paso por la zona de boxes, donde la descoordinación parecía evidente.
Volvió a abrirse paso en el duro cross y se colocó en la 7ª posición en la última vuelta, pero el desastre llegó por segunda vez. Otro problema en la bici Ferrand-Prévot la obligó a entrar corriendo hasta la línea de meta, cruzándola en 12º lugar, a más de 6 minutos de la ganadora de la carrera, Fem van Empel.
"Incluso pensé por un momento que no lo lograría, porque mis zapatos de carrera resbalaron en el Koppenberg. Mi cadena se bloqueaba. La última vez se atascó el desviador y mis marchas dejaron de funcionar. Así que puse la bici en el arcén y me fui andando", continuó.
Ha sido una carrera de prueba para la ciclista francesa, pero las dificultades mecánicas que ha encontrado no se parecen a nada de lo visto hasta ahora esta temporada. Será una tarea dura para INEOS y Pinarello, mientras que Ferrand-Prévot ya tiene un objetivo clave este fin de semana en el Campeonato de Europa de ciclocross. "Ha sido bueno volver a coger el ritmo y probar el equipo. Hoy no ha funcionado, así que aún nos quedan cosas por hacer", concluyó.