Esta semana, Mathieu van der Poel ha celebrado sus 30 años con una victoria en la Copa del Mundo de Maasmechelen. El neerlandés regresó tras casi un mes parado por una lesión en las costillas. Lo hizo a lo grande, porque además destrozó a Wout van Aert, su archirrival.
Tras vencer a van Aert en lo que fue su segunda y última batalla de la temporada de ciclocross, el líder de Alpecin-Deceuninck habló sobre lo que ha cambiado desde sus años de juventud.
"Lo celebré bien y creo que es una ocasión especial, así que sí me fijo en eso", compartió con In de Leiderstrui después de la Copa del Mundo, hablando sobre su experiencia y veteranía.
"Es cierto que de repente ya no tengo 20 años, así que te sientes mucho más viejo. Espero que me queden unos cuantos años buenos encima de la bici". Pero al mismo tiempo... "Sí noto un motor más grande. Si hubiera entrenado a los 23 años lo que he entrenado esta semana, probablemente no habría estado tan bien el fin de semana. Ahora noto que puedo con ello. Creo que también es una evolución natural de correr en carretera".
Esta capacidad para soportar más entrenamientos parece desempeñar un gran papel en la evolución del Campeón del Mundo, no sólo para mantenerse a un alto nivel, sino para aumentarlo al mismo tiempo que la nueva generación que está tomando el relevo en este deporte.
No sólo la capacidad de recuperación, sino que en este momento de su carrera van der Poel no tiene la misma presión que cuando era más joven, tiene mucha más experiencia tanto en carretera como en ciclocross, y no se puede olvidar su traslado a España, que durante los dos últimos años le ha permitido mantenerse sano de forma mucho más constante. Su técnica y su capacidad para evitar caídas sobre la bicicleta es otro aspecto que, con el tiempo, le ha ayudado a mantenerse sano y a tener menos contratiempos.
A finales de diciembre, durante el Exact Cross de Loennhout, sufrió una colisión con un corredor que le provocó la rotura de una costilla, pero esto tampoco pareció frenar al Campeón del Mundo, que ganó de forma convincente las dos carreras en las que participó desde ese día. "Al final sí lo sentí, pero no entorpeció mi rendimiento. El objetivo principal era no caerme. Esa no es la intención de todos modos, pero puede que haya hecho este cross un poco menos alocado de lo que normalmente me atrevería a hacer. No entorpeció mucho, pero sigue siendo algo diferente a hacer un entrenamiento de resistencia en carretera".