Por tercer año consecutivo,
Tim Merlier demostró ser el más fuerte en
Nokere Koerse el miércoles por la tarde, esprintando hacia la victoria por delante de ciclistas de la talla de Fabio Jakobsen y Jasper Philipsen.
"Ha habido poca organización hacia el final. Hubo muchos intentos de ataque, como preveíamos. Al final me sorprendió que siguiéramos esprintando con un grupo tan numeroso", reflexionó el belga en su entrevista posterior a la carrera. "Recuperé la posición gracias al buen trabajo del equipo. Pero entonces Pascal Ackermann hizo una maniobra que me envió volando contra mi propio tren. Jonas Rickaert, mi propio líder, se cayó. Fue un accidente grave".
Hubo muchas caídas en un día de locos en Bélgica, en el que numerosos pilotos se fueron al suelo. "También se me salió la cadena, así que me entró un poco de pánico. Afortunadamente volvió a su sitio y pude iniciar mi sprint al rebufo. Bert Van Lerberghe (su líder, ed.) se fue a la izquierda y se abrió un hueco. Me lancé y enseguida conseguí una gran ventaja. Es bonito poder ganar por tercera vez consecutiva tan cerca de casa".