El Mundial de Ruta 2025 en Kigali fue un escenario de contrastes para Primoz Roglic. El veterano esloveno cruzó la línea de meta en la 11ª posición, a 9 minutos y 5 segundos del ganador Tadej Pogacar.
Aunque su resultado personal lo dejó fuera del podio, Roglic no dudó en resaltar tanto la magnitud del recorrido en solitario de su compatriota como el orgullo colectivo de una nación pequeña, pero cada vez más grande en el ciclismo mundial.
En declaraciones a Cycling Pro Net tras la carrera, Roglic describió con crudeza lo vivido en las carreteras ruandesas: “¿El final? Sí, fue un poco como... casi una tortura. Fuimos a todo gas desde el comienzo y apenas paramos hasta el final. Fue duro, pero de alguna manera, fue agradable empujarnos así.”
La dureza del circuito de Kigali, con las exigentes rampas del Mont Kigali y los tramos técnicos de los circuitos urbanos, hizo de la jornada un auténtico examen de resistencia.
Aunque cansado y consciente de sus propias limitaciones en el día, Roglic fue rotundo al destacar la gesta de su compatriota, quien voló en solitario hacia el maillot arcoíris: “Él es simplemente increíble. En serio, un enorme respeto para él.”
Más allá de los logros individuales, Roglic puso el acento en la labor de toda la selección: “Todos los chicos, todos hicieron un trabajo fantástico. En lo personal, estoy feliz de haber terminado. Ese es el primer paso. El equipo realmente se lució hoy.”
Recordó además que la intensidad fue constante: “Fue a todo gas desde el inicio. Las subidas, las bajadas, todo exigía concentración. Tenías que estar en la cima de tu juego cada segundo.”
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Un país pequeño, una historia gigante
Para Roglic, lo sucedido en Kigali fue también una ocasión para reflexionar sobre la magnitud de los logros recientes de Eslovenia en el ciclismo mundial: “Es notable lo que hemos logrado como nación. Solo somos dos millones de personas, y lo que Tadej, el equipo y yo hemos hecho en los últimos años es historia. Verdaderamente increíble.”
Incluso en medio de la fatiga, la emoción se filtraba en su tono: “Sí, estoy cansado, por supuesto”, confesó entre risas. “Pero ha sido una locura de experiencia. Ver a Tadej montar así es inspirador. Motiva a todos en el equipo a elevar su juego.”
Aunque no disputó el podio, la actuación de Roglic demostró cualidades que le permitieron mantenerse competitivo en los tramos más duros del recorrido. Fue una carrera brutal de inicio a fin, pero su papel ayudó a sostener el prestigio de una selección que no deja de impresionar.