“Aún no tengo el valor de mirar las fotos”: El ciclista de UAE que estuvo a punto de morir en Polonia

El ciclismo, por desgracia, convive a menudo con la tragedia, y algunos dirían que en agosto pasado hizo falta un milagro para evitar otra. La Tour de Pologne arrastra un historial reciente de incidentes, y en sus carreteras, Filippo Baroncini estuvo a punto de perder la vida hace cuatro meses. Ahora, el UAE Team Emirates - XRG ha vuelto a entrenar a pleno gas con el grupo, pero el italiano comparte las secuelas que le ha dejado aquella caída.

“Aún recuerdo cada detalle del accidente. En un descenso peligroso, había mucha gravilla en una curva. Perdí el control de la bici y, por desgracia, me fui al suelo donde me fui al suelo”, contó Baroncini en una entrevista con Sporza. “Estuve 45 minutos en una ambulancia parada. Increíble, sabiendo cómo estaba. Fue el médico del equipo INEOS quien pidió a los paramédicos que se dieran prisa y me llevaran al hospital”.

La etapa 3 de la carrera se neutralizó por una caída que afectó al líder Paul Lapeira y obligó a abandonar al favorito de la general, Mathias Vacek. Baroncini impactó contra un muro en un golpe que lo dejó en estado muy grave. Detalla sus lesiones: “Tenía la mandíbula rota, la nariz aplastada y me libré por poco de quedarme ciego. Como llevaba gafas de sol, se me rompió la nariz. Pero esas mismas gafas salvaron mis ojos. Fue cuestión de unos milímetros, y habría quedado ciego”.

El compatriota Jacopo Mosca presenció el escenario tras la caída y ese mismo día compartió su seria preocupación en una entrevista: “Por desgracia, vi a Baroncini —y de verdad le deseo lo mejor porque fue una escena horrible de ver—. Sé que está en buenas manos, pero personalmente me afectó mucho. Le vi tumbado completamente inmóvil, mal posicionado contra un muro. Me alivió comprobar que respiraba, porque fácilmente podría haber sido una tragedia”.

En su momento, el director deportivo Mauro Gianetti también elogió el trabajo realizado tras el accidente. Baroncini fue sometido a una cirugía de 11 horas y fue inducido a coma durante 14 días para estabilizarlo: “Tenía el rostro desfigurado, y no os podéis imaginar lo que hicieron el cirujano maxilofacial Gabriele Canzi y el cirujano Davide Colistra. Lograron algo increíble en una operación que duró más de once horas. La ciencia médica ha avanzado de forma impresionante. Hoy se hacen cosas impensables hace unos años”.

Baroncini despertó a finales de agosto, y un vuelo a Italia durante la recuperación le ayudó en el proceso. “Mi padre y mi hermano viajaron a Polonia para verme dormir en una cama de hospital durante días. Después supe lo duro que fue para ellos. Si hubiera podido decirle a mi padre antes del coma que estaba bien, lo habría hecho. Pero no estaba en condiciones. Cuando desperté tras dos semanas, entendí que seguía siendo un milagro estar vivo y poder ver”.

Baroncini se unió a sus compañeros del UAE en los Emiratos para una concentración previa a la temporada, y ahora de nuevo en Benidorm para el primer training camp oficial del equipo. Está progresando y es optimista respecto a un regreso sólido a la competición. “Ahora, dos meses después, estoy feliz de poder entrenar aquí en la concentración con mis compañeros. Evidentemente sufro más que los demás porque mi condición está lejos de ser buena. Pero sé que tengo que ser paciente”.

Sin embargo, la caída no ha quedado atrás, y admite que le traumatiza verse tras el impacto que marcó su temporada 2025. “Aún no tengo el valor de mirar las fotos de justo después del accidente. Ver mi cara tan dañada, no puedo gestionar ese choque. He empezado a hablar con una psicóloga para poder dejar atrás toda esta experiencia”, revela. “Porque si sigo con la caída en la cabeza, no rendiré”.

Pese a todo, Baroncini mantiene la cabeza alta y objetivos claros para volver a la élite, a la que estuvo cerca este año. El ex campeón del mundo sub-23 quiere llegar a su mejor nivel para las clásicas de primavera y cree que es posible. “En mi cabeza, el objetivo es finales de marzo. Pero para entonces aún tendré que construir seriamente la forma. Mi gran sueño es Milano-Sanremo”.