El 19 de marzo se disputa la Milán-Turín, una clásica que últimamente se ha adelantado a principios de temporada y que vuelve a sus orígenes como carrera de escaladores. Echamos un vistazo al perfil.
Los primeros 150 kilómetros de la carrera son de lo más sencillo. No hay ni una sola subida ni un rasgo importante que destacar, es todo llano hasta que los corredores entran en Turín y entonces afrontan el circuito final: dos ascensiones a la subida de Superga.
La subida italiana es casi digna de un monumento, cada vez que hay una carrera allí, hay espectáculo. Son 4,8 kilómetros al 9,2%, una subida empinada y consistente. El hecho de que los corredores entren en ella muy frescos significa que solemos ver cifras de potencia locas, pero también que la subida suele marcar muchas diferencias incluso entre los mejores.
⏳ Time flies fast!
— Milano-Torino (@MiTo1876) February 19, 2025
One month to go until the Milano Torino @CA_Ita: get ready! 💥
⏳ Il tempo scorre veloce!
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