Primoz Roglic ganó la primera etapa de la
Volta a Catalunya. Después fue segundo en las dos jornadas siguientes, y finalmente consiguió tener un día tranquilo en cabeza de carrera en la 4ª etapa. Sin embargo, de la noche a la mañana, la posibilidad de que su maillot de líder recayera sobre los hombros de
Remco Evenepoel debió de pasarle por la cabeza.
"Después de tres días duros, una etapa como la de hoy era bienvenida. Las piernas todavía pesaban un poco después del duro trabajo de los últimos días. Hoy he podido disfrutar del paisaje y de los aficionados al ciclismo", declaró Roglic en un comunicado de prensa. Mientras los velocistas se salían con la suya, Roglic consiguió salvar sus piernas. Necesitará todos los vatios posibles para mantener su liderato en Lo Port esta tarde.
Remco Evenepoel cometió un error táctico en la llegada a la cima de Vallter 2000 que le llevó a ser superado hasta la línea de meta, pero en La Molina fue evidentemente superior, creando los huecos decisivos en la subida de pendiente modesta y, a pesar de no tener colaboración, descolgando a Roglic en la rampa hacia la línea. Allí cerró la brecha de seis segundos que Roglic construyó durante los dos primeros días de la carrera, y ambos están ahora empatados en tiempo.
El ascenso final será brutal y, a diferencia de los dos días anteriores, uno en el que las pendientes harán mucho más difícil beneficiarse del rebufo. Será una verdadera prueba de preparación para el Giro de Italia. "Mañana nadie podrá esconderse. El final volverá a ser duro, y los mejores saldrán vencedores. Vamos a por el mejor resultado posible. Espero un duelo bonito y emocionante", concluyó Roglic.