Remco Evenepoel y
Primoz Roglic han estado muy parejos hasta la fecha en la
Volta a Catalunya. En todas las etapas menos en una -el sprint de ayer- los dos jugaron un papel clave en el desenlace de la jornada, y comienzan la etapa reina sin tiempo que los separe.
"Las piernas necesitaban recuperarse, así que pinta bien para mañana (por hoy). Conseguí salvarme mucho", dijo Evenepoel a Het Nieuwsblad al final de la cuarta etapa, el único día tranquilo de la carrera hasta ahora en el que los corredores de la CG no tuvieron que ir al límite. "Al principio de la etapa hacía mucho viento. Al final, ha habido muchos descensos cortos y técnicos en los que hemos estado delante y no hemos tenido problemas. Creo que hemos aprovechado el día para recuperarnos".
Evenepoel ha llegado a casa sano y salvo y se mantiene segundo en la clasificación general. Ahora espera con impaciencia la llegada a la cima de Lo Port, donde muchos esperan que asestará un golpe mortal al liderato de Roglic. "Creo que todo el equipo lo está haciendo bien. Espero que así sea mañana. Depende de nosotros y del Jumbo-Visma controlar la carrera y será una gran batalla", prosigue.
La ascensión final es de 8,6 kilómetros al 8,8%, la más empinada de las tres llegadas a la cima. En La Molina su superioridad fue evidente, ya que trabajó y aún así superó a Primoz Roglic. "Si hay un día en el que tengo muchas posibilidades de hacerme con el maillot de líder, es mañana. La subida final me viene muy bien. Es una subida empinada, donde puedo expresar plenamente mis cualidades", concluyó.