Lotte Kopecky se ha convertido en la quinta mujer de la historia en defender con éxito su título en la prueba en línea élite femenina del
Mundial. La belga se impuso al final en un sprint reducido de seis corredores e iguala así a Anna Konkina, Jeannie Longo (ganó cuatro maillots arcoíris consecutivos), Giorgia Bronzini y Marianne Vos.
Caroline Baur, Sara Martín y Nina Berton formaron la escapada del día, ya que la fuerte lluvia provocó mucha tensión en el pelotón y se vio un pelotón que rodaba siempre a gran velocidad, con los equipos manteniendo a sus líderes al frente.
La acción arrancó a falta de 118 kilómetros con Lotte Kopecky acelerando en el pelotón, pero volvería a calmarse. La escapada sería alcanzada a falta de 100 kilómetros y, como es tradicional, el pelotón femenino nunca se detuvo y no dejó de ver movimientos peligrosos.
Se formaban algunos grupos, pero seguía habiendo mucha potencia de fuego en el pelotón que organizaba una persecución. Kopecky, Vollering y Longo Borghini estaban siempre activos y presentes en los contraataques; a veces, ellos mismos se lanzaban al frente. A falta de 42 kilómetros, Justine Ghekiere y Riejanne Markus atacaron, y pronto se les unieron otra holandesa, Marianne Vos, y Ruby Roseman-Gannon.
Este ataque fue extremadamente peligroso y entraron en la última vuelta con más de un minuto sobre el pelotón -liderado, confusamente, por Australia, que tenía una corredora delante-. El cuarteto superó las dos subidas en cabeza de carrera, pero en la cima de la gran subida final
Elisa Longo Borghini y
Demi Vollering -las más fuertes cuesta arriba- cruzaron al frente.
Lianne Lippert también lo hizo. Chloé Dygert y Lotte Kopecky también lo hicieron finalmente, y en las carreteras onduladas se produjeron constantes ataques que vieron a corredores descolgarse y regresar constantemente. En la cima de la última colina, los ataques de Borghini y Vollering hicieron que sólo cuatro corredores tuvieran piernas para luchar por la victoria: Vollering, Longo Borghini, Kopecky y Lippert. Pero el ritmo lento hizo que Dygert y Roseman-Gannon volvieran a cruzar el puente a la entrada del último kilómetro.
Gannon intentó un ataque tardío pero una nerviosa Vollering cubrió todo lo que se movía y se puso en cabeza antes del sprint. Elisa Longo Borghini intentó sorprender con un sprint temprano pero no pudo conseguir la velocidad necesaria; Lotte Kopecky vio rápido el movimiento y en el sprint final demostró ser la más fuerte, haciéndose con su segundo título mundial consecutivo. Chloé Dygert y Elisa Longo Borghini cerraron el podio.