En el ajedrez silencioso que se juega fuera de las carreteras, donde los contratos pesan tanto como las piernas, una revelación reciente ha sacudido los cimientos del ciclismo profesional: INEOS Grenadiers intentó adquirir toda la estructura de Alpecin-Deceuninck para hacerse con el hombre que hoy domina las clásicas: Mathieu van der Poel.
La escena parece sacada de una novela de intrigas deportivas: una mañana de primavera de 2019, en el paddock de la Amstel Gold Race, Dave Brailsford, entonces jefe de INEOS, se acerca a los hermanos Roodhooft con una propuesta monumental. Aquel mismo día, Van der Poel firmaría una de las victorias más legendarias de su carrera. “Todavía puedo ver a Brailsford acercarse a nosotros esa mañana”, recuerda Christoph Roodhooft en Het Nieuwsblad. “Dijo con respeto: ‘En las clásicas, mi equipo es una mierda’. Y sí, quería hacerse con Mathieu. Pero también con todo el equipo”.
INEOS dominaba las Grandes Vueltas, pero su hambre iba más allá. Brailsford quería conquistar también las clásicas, y sabía que el futuro pasaba por Van der Poel.
Años más tarde, otro gigante —Lidl-Trek— volvería a intentarlo. Pero nuevamente, la historia no cambió de curso. El alma del equipo permaneció intacta. “Lo hablamos como adultos. Le preguntamos: ‘¿Quieres irte?’ Y al sentir que no necesariamente era así, hicimos nuestros movimientos”, cuenta Roodhooft.
La fidelidad de Van der Poel no fue producto del azar. Los Roodhooft siempre jugaron con visión. Nunca dejaron que los contratos caducaran. Nunca esperaron a que el mercado tocara la puerta. “Siempre nos anticipamos. Si era necesario, firmábamos contratos millonarios en el camión, justo antes de una carrera”, revela Philip Roodhooft.
Pero más allá del dinero y la estrategia, la permanencia de Mathieu tiene raíces más profundas. Tiene que ver con su esencia, con su memoria y con su identidad. “Hay gente que cambia en cuanto todo va bien. Y hay otros que prefieren quedarse donde están. Mathieu es de esos”, reflexiona Philip. “Y no ha olvidado los tiempos difíciles. De eso estoy seguro”.