La prueba del calendario que ha cambiado su formato para atraer a las estrellas que preparen la Amstel Gold Race

Ciclismo
miércoles, 16 abril 2025 en 5:00
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En medio del calendario de primavera, plagado de monumentos históricos y batallas épicas entre los grandes nombres del pelotón, una nueva cita busca hacerse un hueco en el corazón del ciclismo belga. La Ronde van Limburg, recientemente relanzada como carrera de un día bajo la organización de Flanders Classics, se presenta no solo como una competición más, sino como una oportunidad para los velocistas versátiles que quedan eclipsados por las grandes clásicas.

Aunque se trata de una prueba de categoría 1.1, la ambición detrás de este evento va mucho más allá. Tomas Van Den Spiegel, director general de Flanders Classics, lo tiene claro: "Todavía estamos en una fase de adaptación. Los equipos y corredores necesitan tiempo para entender lo que estamos construyendo aquí", dijo para Wielerflits.

En su primera edición con nuevo formato, la carrera ha contado con tan solo cinco WorldTeams en la línea de salida. Una cifra modesta, pero que no desanima a sus organizadores. "Para una prueba 1.1 en este momento de la temporada, es un buen comienzo", asegura Van Den Spiegel. "Sabíamos que 2025 sería un año de transición. Pasa cada vez que hay un cambio en el calendario: los equipos tardan en adaptarse, en encontrarle el encaje adecuado."

El director apunta también a la complejidad logística de estas semanas de abril, donde los equipos suelen reorganizar sus plantillas y rutas de desplazamiento, justo entre las grandes clásicas flamencas y la Amstel Gold Race. En ese contexto, el surgimiento de una nueva carrera puede percibirse más como un desafío adicional que como una oportunidad.

Pero más allá de los obstáculos del presente, la mirada de Flanders Classics está puesta en el futuro. El objetivo no es solo consolidar la Ronde van Limburg, sino elevarla a la categoría 1.Pro, colocándola como una verdadera plataforma de lanzamiento hacia desafíos mayores. "No se trata de sustituir nada, sino de complementar el calendario con algo que hasta ahora faltaba: una clásica accesible, exigente y pensada para un perfil de corredor que no siempre encuentra su espacio en las grandes pruebas", explica Van Den Spiegel.

El paralelismo con la Flecha Brabanzona es evidente. Esta última ya ha mostrado una clara evolución en el número y calidad de participantes desde su cambio de formato. La esperanza es que Limburg siga ese mismo camino. "Quizá el año que viene veamos una participación completamente diferente. Todo el mundo está pendiente de cómo evolucionará esto."

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