Wout van Aert no tuvo muchos motivos para sonreír el año pasado y las consecuencias de las caídas que provocaron ese estado de ánimo siguen persiguiéndole también en 2025. Aunque los cuartos puestos en Tour de Flandes y París-Roubaix suenan bien sobre el papel, no son victorias, ni siquiera podiums
"Van Aert perdió su carrera en un tramo de apenas cinco kilómetros, concretamente en y después de la Trouée d'Arenberg", declara el experto en ciclismo Marc Sergeant en el análisis de la París-Roubaix en Het Nieuwsblad.
"En primer lugar, fue culpa suya", opina que Van Aert es "demasiado amable". "Van Aert insistió en que sus piernas no eran lo suficientemente buenas en la Trouée d'Arenberg. Pero mira las imágenes y te das cuenta de que ocurre otra cosa. Van Aert sigue entrando en la Trouée d'Arenberg en una buena posición. Pero cuando Pogacar se pone en cabeza, le ves luchando con Pedersen por la rueda de Pogacar en un momento determinado. Ahí es donde se equivoca. ¿Es demasiado amable?".
Van Aert perdió la batalla en el caos, pero según Sergeant, también pudo deberse a algo más. "¿Es su miedo después de todas esas caídas lo que le hace pisar el freno más a menudo que antes? Pero ves Van Aert mantener las piernas quietas durante dos segundos. Y eso es algo que no quieres hacer. Ceder ante la competencia en ese punto es catastrófico. Van Aert perdió su impulso allí y, con ello, su velocidad, especialmente cuando lo hizo de nuevo poco después. Manteniendo las piernas quietas otra vez, perdiendo ese impulso de nuevo, perdiendo su posición y más tiempo".
Según Sergeant, el hecho de que van Aert no regresara después de Trouée d'Arenberg fue "mérito de Van der Poel". "Todo el pelotón ha estado concentrado en Trouée d'Arenberg durante horas, pero después de ese tramo suele haber una pausa. Así que Van der Poel se centró en el tramo posterior a Trouée d'Arenberg. Inmediatamente atacó y decidió correr allí, no tanto sobre los adoquines como sobre el asfalto: una jugada brillante".