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XDS Astana Team afronta el 2025 como una temporada decisiva en su lucha por mantenerse en la élite del ciclismo mundial. Tras un 2024 complicado, los primeros meses del año ya dejan entrever una transformación profunda, especialmente visible en las clásicas adoquinadas donde el conjunto kazajo ha demostrado una actitud renovada.
En conversación con
Bici.PRO, el director deportivo Stefan Zanini compartió su optimismo tras el reciente bloque de carreras en el norte de Europa. “Incluso los vehículos necesitan revisión tras dos semanas en las Northern Classics. Por suerte, todo está bien. Ahora vuelvo a casa y disfruto de un descanso antes de retomar en mayo”, comentó entre risas, aliviado por el desempeño del equipo.
Pero más allá del desgaste mecánico, lo que ha cambiado es la mentalidad colectiva. “Este año, el XDS Astana tiene un espíritu diferente”, enfatizó Zanini. “La presión por los puntos hizo que todos dieran un salto cualitativo en actitud y enfoque. Y la recompensa llegó en Flandes y Roubaix, donde el equipo corrió con ambición y protagonismo”.
Zanini explica que este cambio no es casualidad. “Ya desde diciembre notábamos otro ambiente. Los nuevos fichajes trajeron frescura y motivación. Los resultados no tardaron en llegar”. Incluso los más jóvenes, como Romele y Toneatti, respondieron con madurez y solidez: “Estamos muy contentos con ellos, tienen un futuro brillante. Con esta mezcla de experiencia y juventud, podemos soñar en grande”.
Esta temporada marca también una nueva era para el equipo, el primero sin Mark Cavendish, retirado a finales de 2024. Pese a la baja de una leyenda, Zanini asegura que el enfoque táctico sigue intacto. “La estrategia no cambia. Seguiremos enfrentándonos a nombres como Pogacar, Van der Poel, Pedersen y Van Aert. Pero la clave está en la actitud: tienes que desear estas carreras, sólo así te entregas al sufrimiento”.
El director deportivo, conocedor profundo de las clásicas —con victorias en el Tour, el Giro y la Amstel Gold Race—, guarda un vínculo especial con estas competencias. “Los corredores saben que estas son mis carreras favoritas. Aquí se vive el ciclismo de otra manera. No hace falta hablar mucho: se siente en el aire”.
La campaña del adoquín ha dejado momentos positivos y otros más difíciles. Davide Ballerini firmó un sexto puesto en la Gante-Wevelgem y un décimo en Flandes, aunque en Roubaix fue víctima del infortunio. “Una lástima, se vio perjudicado por la mala suerte y un accidente con un espectador”, lamentó Zanini.
El equipo también echó en falta a Alberto Bettiol, baja por una inflamación pulmonar que lo apartó de todo el calendario de primavera.
Entre las notas más destacadas está el rendimiento de Yevgeniy Fedorov, que impresionó por su potencia: “Tiene una fuerza sobrehumana. Le falta aún aprender a leer la carrera. En Roubaix iba entre los primeros hasta Arenberg, pero luego se vació intentando volver al grupo y se perdió. Son etapas naturales en su evolución, tiene solo 25 años”, explicó Zanini.
También elogió a Michele Gazzoli, cuyo trabajo de equipo fue clave: “Fue un peón importante y siempre estuvo ahí para apoyar”.