Thibau Nys gana carreras, marca tendencias y acapara titulares… y, según el excampeón del mundo de ciclocross
Bart Wellens, esa mezcla de rendimiento y personalidad está generando una oleada de envidia en el pelotón de ciclocross.
Tras la última exhibición de Nys en Tábor, Wellens no esquivó el creciente murmullo en torno al campeón de Bélgica. “Entiendo que otros corredores a veces sientan un poco de celos hacia Thibau”, dijo a
Het Nieuwsblad, sugiriendo que la tensión nace tanto de la visibilidad como de los resultados.
Una figura que sobresale
Wellens cree que la explicación es sencilla:
Nys destaca, sobre la bici y en su manera de proyectarse. Desde sus elecciones de equipación audaces y tatuajes distintivos, hasta el guiño nostálgico a su padre Sven Nys con casco verde y gafas naranjas en Tábor, Nys se ha vuelto una de las figuras más reconocibles del deporte. Ese perfil, y la atención que atrae, no es bien recibido por todos en el pelotón.
Visibilidad como activo
Lo que algunos ven como exhibicionismo, Wellens lo plantea como clave para la salud a largo plazo del deporte. “Depende de los demás presentarse del mismo modo”, argumentó, señalando que Nys y su entorno entienden perfectamente cómo mantenerle en el escaparate. Incluso apuntó que, tras la carrera del domingo, las cuatro primeras noticias de cyclocross en la web de Sporza giraban en torno a Nys: precisamente la visibilidad con la que sueñan los corredores.
Y para Wellens, esta es exactamente la razón por la que Nys es indispensable ahora mismo. “Ya lo dije antes de la temporada: necesitamos a corredores como Nys para mantener el cross caliente”, añadió.
La alternativa, a su juicio, es una disciplina dominada por ganadores de bajo perfil que dicen poco, hacen poco y no logran atrapar la imaginación del público. “¿Sobre qué escribes? Alguien como él, no un corredor plano que aparece, gana y luego no dice ni hace nada. Eso no nos sirve.”
Nys es excampeón de Europa de ciclocross
Carisma con respaldo deportivo
Lo fundamental, subrayó Wellens, es que Nys respalda su imagen con rendimiento de élite. “Rendir así y además tener esa actitud… es increíblemente impresionante”, afirmó. Para él, la mezcla de carisma, marca personal y resultados duros no es arrogancia, sino valor añadido: la versión moderna de un corredor que entiende que el deporte profesional va más allá de los vatios.
A medida que Nys sigue copando titulares, y carreras, Wellens prevé que los celos persistan, incluso crezcan. Pero, a su juicio, esa reacción no hace sino subrayar la fuerza de la presencia de Nys en el deporte. El ciclocross, sostiene, necesita personajes, no solo campeones. Y ahora mismo, Nys es, con firmeza, ambas cosas.