Mathieu van der Poel volvió a escribir su nombre con letras doradas en la historia del ciclismo este domingo, al conquistar su tercera victoria consecutiva en la París-Roubaix, convirtiéndose en apenas el tercer corredor en lograr semejante hazaña en el mítico “Infierno del Norte”. Su gesta no sólo agranda su leyenda, sino que también sirvió como poderosa respuesta deportiva a Tadej Pogacar, quien le había arrebatado la gloria apenas una semana antes.
En esta ocasión, los papeles se invirtieron. Pogacar, debutante en la clásica adoquinada, sufrió una caída que lo apartó de la lucha, mientras Van der Poel se adelantaba en solitario con una autoridad que sólo poseen los grandes campeones. Su entrada en el velódromo de Roubaix, sin rivales a la vista, fue la culminación de una jornada épica.
Pero incluso sin el accidente de Pogacar, muchos coinciden: la victoria ya estaba destinada al neerlandés. Entre ellos, el ex corredor y experto en ciclismo Sep Vanmarcke, quien fue categórico: “Incluso sin esa caída, Van der Poel habría ganado. Respondió a todos los ataques de Pogacar con creces. Fue una pena que tuviera que pasar así, pero era el más fuerte”.
Vanmarcke subrayó que, antes del infortunio del esloveno, la carrera ya se decantaba claramente del lado de Van der Poel: “Ya había tensión. Ha sido una gran carrera con un justo vencedor. Mano a mano, la ganó incluso antes de que Pogacar cambiara de bici por segunda vez. Estaba dominando mentalmente, y físicamente también”.
El incidente que marcó la jornada llegó tras una curva mal tomada por Pogacar. Según Vanmarcke, la causa podría residir tanto en la inexperiencia del campeón del Tour en el terreno adoquinado, como en la interferencia externa: “Las motos estaban muy cerca, probablemente por eso no vio bien la curva. También se nota que no conoce bien este recorrido. Se equivocó. Las barreras eran demasiado anchas, eso también pudo influir”.
Tras el accidente, el tiempo perdido fue determinante. Pogacar tardó en recibir asistencia, cambiar de bicicleta y reanudar su marcha, mientras Van der Poel volaba hacia la gloria. “Tardó demasiado. Si hubiese podido volver a la bici enseguida, Van der Poel habría esperado. Por respeto, pero también porque quedaba mucho por delante. Pero tuvo problemas con la cadena, y la moto de recambio no llegó rápido. En un abrir y cerrar de ojos, ya estaba 25 segundos detrás”.