Desde que se unió al equipo DSM,
Romain Bardet se ha centrado menos en el
Tour de Francia. Sin embargo, 2023 puede ser un año diferente, a juzgar por las palabras del francés, y por los comentarios positivos sobre el recorrido.
"Es un recorrido súper emocionante", dijo Bardet a L'Équipe. "Estoy realmente sorprendido por el ingenio de ASO y cómo se las arreglan para pensar fuera de la caja. Es un aspecto inédito, nunca lo había visto, con tan poca contrarreloj y una salida tan difícil". De hecho, el recorrido está adaptado a los escaladores, con sólo 22 kilómetros montañosos de ITT, y hasta ocho etapas de montaña repartidas por la carrera.
"Los Pirineos enseguida, el Puy de Dôme al final de la primera semana... es la primera semana de una gran vuelta más difícil que ha existido. La jerarquía ya estará clara después de nueve etapas", continuó. Bardet ha corrido el Tour este año tras abandonar el Giro, acabando en sexta posición
Nacido y criado en Brioude, en el Macizo Central, Bardet es un fanático de la vuelta al Puy de Dôme. La subida será el final de la última jornada de la semana inaugural, la novena etapa, y será importante para la clasificación general. "Es el puerto de mi corazón, 'el faro', como lo llamamos en casa", dijo sobre el pico volcánico inactivo.
"Desde la introducción del ferrocarril, la carretera está completamente cerrada: se ha convertido en una estrecha vía de servicio que no permite el paso de bicicletas y coches. La prohibición es incondicional. El acceso sólo se abre una mañana al año, de 7 a 9, y el pasado mes de septiembre se celebró allí un TT (el Trophée des Grimpeurs), en el que estuve con mi padre", explicó Bardet.
Así pues, tras meses de rumores, se ha confirmado oficialmente que la subida estará presente en el Tour de Francia de 2023, 35 años después de su última aparición. "Va a ser una locura, mágico. Para ser sincero, me cuesta un poco darme cuenta. Nunca pensé que podría experimentar eso en mi carrera", concluyó.