Las primeras semanas de temporada 2025 se mantienen en Australia. Aprovechando el verano del país, el pelotón se prepara para afrontar la Cadel Evans Great Ocean Road Race. La carrera se disputará el 2 de febrero como prueba WorldTour.
La clásica australiana gira en torno a la ciudad de Geelong, muy vinculada a Cadel Evans. Se trata de una carrera mayoritariamente llana en su totalidad, antes de entrar en el circuito final por el que los corredores darán 4 vueltas, y en el que habrá dos subidas.
La subida a Challambra Crescent es de 1,3 kilómetros al 7,9%. No es demasiado dura, pero sí lo suficiente como para dividir el pelotón, dejar caer a varios corredores, y en la vuelta final atacar duro, especialmente porque hacia la cima se inclina hasta el 15%. Es un tramo muy explosivo que termina a falta de 9 kilómetros, donde los corredores estarán en pequeños grupos, pero tendrán unos dos kilómetros para reorganizarse.
A continuación habrá un repecho en la que, de nuevo, son posibles algunos ataques, de unos 300 metros al 10%. Sin embargo, a partir de ahí la carrera cambia bastante y los 6 kilómetros finales serán mucho más propensos a las persecuciones.
A lo largo de grandes avenidas, los corredores sólo tendrán dos curvas hasta llegar a la recta de meta. Es un final de lo más sencillo en el que un ciclista en solitario tiene pocas posibilidades, y contar con un grupo numeroso de escapados puede ser muy beneficioso. Aquí es donde el equilibrio entre los primeros atacantes y los velocistas será interesante.
La carrera suele terminar en un esprint y este año no debería ser una excepción. Los kilómetros finales transcurren junto al mar y carecen de características técnicas, lo que hace muy viable que un grupo pueda darles caza. Si se reduce a un esprint, será llano y las sorpresas no serán fáciles, aunque es probable que no tengamos salidas fuertes.