La clásica de
Gante-Wevelgem del domingo resultó ser una ocasión trascendental para el Jumbo Visma, que saboreó el éxito con la merecida victoria de
Christophe Laporte, reforzada por la impresionante actuación de
Olav Kooij, que llegó en octavo lugar y se sumó al éxito general del equipo.
"Cuando esos chicos salen del Kemmel, sabes que los mejores han abandonado el circuito", declaró a WielerFlits. Alababa el extraordinario despliegue de habilidad demostrado por sus compañeros de equipo,
Wout van Aert y Christophe Laporte.
Y continúa: "Cuando Wout y Christophe se escapan sabes que será difícil para los demás equipos darles caza. Por eso, Nathan y yo podemos esperar un poco más".
A pesar de ser un recién llegado a la clásica flamenca, no defraudó, exhibiendo un notable rendimiento en el duro y exigente recorrido. "Sabíamos que había que hacerlo en el Kemmelberg, porque había poco viento. La lluvia lo hizo muy difícil. También con las caras de los demás corredores aquí se ha notado que esta ha sido una edición dura", concluye Kooij.