En el pasado Mundial de Zúrich, Niklas Behrens dio la sorpresa en la prueba en línea al convertirse en campeón del mundo sub-23. El alemán demostró su potencia y venció al sprint al eslovaco Martin Svrcek para enfundarse el maillot arcoíris. El triunfo le valió para fichar por el Visma - Lease a Bike, procedente del equipo de desarrollo del Lidl-Trek. En las primeras reuniones de la formación neerlandesa, parece que el corredor de 21 años ha encajado como un guante con sus nuevos compañeros.
Ya se sabía que Wout van Aert volvería a actuar como La Ardilla en la fiesta de clausura, pues lo había hecho anteriormente en el programa de la televisión belga The Masked Singer. Bouwman, que correrá para el Jayco-AlUla la próxima temporada, compartió algunas anécdotas más de la reunión.
Por ejemplo, habló de los refrescos alcohólicos durante la fiesta de clausura. El propio Bouwman se ciñó a otra cosa, pero no todos siguieron su ejemplo. "No bebo café, pero tampoco bebo alcohol casi nunca", empezó Bouwman su relato sobre la fiesta de despedida en De Rode Lantaarn. "Quería decir que podría contarlo con una mano, pero en realidad podría contar con un dedo las veces que bebo alcohol en un año".
Preguntado por los "creadores de buen gusto" de la fiesta, Bouwman se limita a responder. "Simon Yates lo hizo bien en la fiesta de clausura", dice Bouwman sobre el británico. "Estaba en el aceite. Normalmente la fiesta de clausura es sólo para los veteranos, pero esta vez también estaban los nuevos pilotos. Muy divertido, por supuesto".
Y Yates no fue el único recién llegado que dejó huella de inmediato. "Niklas Behrens, que vino de las promesas del Lidl-Trek y campeón del mundo este año entre las promesas. Un chico grande, no es normal. Ese chico tiene un gran motor, jaja. Bajó como la seda. Vamos a oír hablar mucho más de él", concluyó Bouwman entre risas.