Matteo Jorgenson se quita presión en la pelea final de la París-Niza por el maillot amarillo: "No tengo una bola de cristal, no puedo predecir nada"

La 8ª etapa de la París-Niza será un día de carrera lluvioso, difícil y muy explosivo. Matteo Jorgenson está a solo 4 segundos del maillot amarillo de Brandon McNulty y es quizás el mayor favorito para ganar la carrera francesa; pero el corredor de Visma - Lease a Bike, ante una de las grandes oportunidades de su carrera, empieza el día encogiéndose de hombros ante la presión que naturalmente siente por la pelea con su compatriota del UAE Team Emirates.

"Hoy pueden pasar muchas cosas. Lo bueno es que conozco bien la etapa. También he visto el recorrido por televisión muchas veces", dijo Jorgenson a CyclingPro.net esta mañana al comienzo de la etapa. Residente en la zona, conoce bastante bien las subidas e hizo una magnífica carrera el año pasado, en la que corrió con Jonas Vingegaard, Simon Yates y David Gaudu.

La misma actuación de este año podría valerle la victoria general, ya que se encuentra muy cerca de su compatriota McNulty. Pero la amenaza también viene por detrás: Mattias Skjelmose y Remco Evenepoel están a medio minuto de ambos, y otras grandes figuras también están en el punto de mira. El líder de Visma se enfrenta a un reto que podría cambiar su carrera.

"Quizá sea la carrera más bonita del año. Será un gran espectáculo. Espero lo inesperado", afirma. Tácticamente será difícil de gestionar, y el corredor de 24 años admite que no sabe cómo se desarrollará la etapa. "No tengo una bola de cristal, así que no puedo predecir nada. Sólo voy a hacerlo lo mejor posible e intentar responder a todo".