Remco Evenepoel comienza la última jornada de la
París-Niza a 36 segundos de Brandon McNulty, a 32 de Matteo Jorgenson y a 1 de Mattias Skjelmose. No es una posición ideal, pero el belga, líder del
Soudal Quick-Step, admite que intentará ir sobre seguro para sorprender a la competencia y hacerse en el último segundo con el maillot amarillo.
"Si nos fijamos en las condiciones meteorológicas, nos mantuvimos fuera de problemas, recuperamos un poco de tiempo, McNulty perdió algo de tiempo. En general ha sido un buen día, pero todavía queda mucho por delante y es difícil", declaró Evenepoel al comienzo de la jornada a Cyclingpro.net. Su postura agresiva en la Madone d'Utelle le permitió ganar algo de tiempo con respecto a sus rivales, pero no fue significativo. En la jornada final de Niza, propensa a los ataques, se erige definitivamente como la figura más amenazadora, pero no como el principal favorito para ganar la clasificación general.
Se espera un ataque en la subida final, pero los rivales también saben que el belga puede atacar en cualquier punto de la etapa. De ahí que se guarde sus cartas sobre dónde puede intentar hacer un movimiento, o quizás sea sincero cuando responde: "Buena pregunta. La verdad es que no lo sé en realidad, va a depender un poco de las sensaciones del momento, veremos cómo se desarrolla la carrera".
El final es lo suficientemente difícil como para sacar ese tiempo a la competencia, pero teniendo en cuenta la forma que él y sus rivales han estado mostrando, es poco probable que un ataque sólo en la subida final sea suficiente para ganar la carrera. "Siempre que haya una buena situación podríamos intentarlo. 30 segundos es bastante, pero veremos y leeremos muy bien la carrera", concluye.