El
Alpecin-Deceuninck está realizando la mejor campaña de clásicas de primavera imaginable, en gran parte gracias al desempeño de
Mathieu van der Poel. El campeón del mundo fue clave en la victoria de su compañero Jasper Philipsen en la Milán-San Remo, antes de ganar la E3 Saxo Classic, rozar la victoria en la Gante-Wevelgem, y arrasar tanto en el Tour de Flandes como en la París-Roubaix. Hoy, en la
Amstel Gold Race, el neerlandés vuelve a ser favorito para la victoria.
"No compito en muchas carreras, pero las que disputo son impresionantes. Hay muchos chicos nuevos que han hecho de esto su objetivo", compartía Van der Poel con Wielerflits esta mañana en referencia a su espectacular inicio de 2024. "Las carreras anteriores normalmente me van un poco mejor, pero hay muchos giros y vueltas y realmente es una especie de montaña rusa. Así que ya veremos".
Van der Poel ganó aquí en 2019, una victoria que la mayoría de los aficionados al ciclismo recordarán, y fue cuarto en 2022. A menudo es una carrera muy táctica, que se decide con ataques en la carrera hacia la línea, sin embargo el año pasado Tadej Pogacar atacó y eliminó toda la competición. Van der Poel, en su forma actual, podría arriesgarse a hacer lo mismo este año.
Sin presión tras varias victorias de alto nivel, el Alpecin-Deceuninck puede jugar muy bien las cartas de Quinten Hermans, Gianni Vermeersch o incluso Jasper Philipsen. Este domingo se disputará una carrera muy dinámica y el Campeón del Mundo está en medio de ella en la salida.