Adrie van der Poel, sobre los nervios antes de la Amstel Gold Race, donde su hijo es favorito: "Todavía no lo estoy, y Mathieu tampoco"

La Amstel Gold Race es quizás la clásica más importante de los Países Bajos y es un evento especial para Adrie van der Poel, que la ganó en 1990. Mathieu van der Poel la ha ganado ahora en 2019 y busca añadir un segundo triunfo a su palmarés este domingo tras un espectacular inicio de 2024 donde ya ha ganado dos Monumentos, el Tour de Flandes y la París-Roubaix, además de la E3 Saxo Classic.

"Hoy sólo he visto a Mathieu en el desayuno, pero todavía no he hablado con él. Es un día de trabajo para él y no voy a molestarle", declaró Adrie a L1 esta mañana. "Desde luego, todavía no estoy nervioso y creo que Mathieu tampoco. Ha demostrado en las últimas semanas que puede estar a la altura de su condición de favorito, así que no necesita verlo hoy".

La imagen que se respira en el campamento del Alpecin-Deceuninck es de relajación y concentración. El equipo ha ganado los tres monumentos hasta la fecha, y en los dos últimos fines de semana ha dado muestras muy dominantes de poderío tanto en el Tour de Flandes como en la París-Roubaix. Experto en ciclocross, Mathieu está corriendo una vez a la semana en el mismo tipo de calendario, y con su mejor forma y la falta de mala suerte ha conseguido victorias muy convincentes.

Hoy puede volver a hacerlo, aunque hay mucha competencia de calidad. Adrie van der Poel sí advierte de la cantidad de outsiders que pueden robarle el protagonismo hoy: "Hay muchos otros aspirantes hoy, con Tom Pidcock o los hombres del Lidl-Trek, por ejemplo, pero debo decir sinceramente que aún no he mirado la lista de salida. Van a salir muchos corredores diferentes a los de las últimas semanas".

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