Este domingo 8 de junio se ha disputado la primera etapa del Critérium du Dauphiné 2025.
Tadej Pogacar se ha llevado la victoria por delante de
Jonas Vingegaard, Mathieu van der Poel y
Remco Evenepoel en una lucha entre cuatro de los mejores ciclistas del mundo.
Los analistas de
Sporza analizaron el desarrollo de la carrera tras la llegada: "¡Los extraterrestres han regresado! La primera etapa del Dauphiné fue todo un espectáculo, una auténtica feria del agricultor", comentó
Renaat Schotte.
Su compañero
José De Cauwer también quiso dar su opinión: "Desde el primer día, los hombres de la general ya se estaban repartiendo segundos de bonificación en un sprint masivo, o al menos según lo que mostró la foto. Hermoso, realmente hermoso. Una carrera completamente abierta, como suele decirse del ciclismo moderno."
El belga comentó su punto de vista sobre el final de la etapa: "Fue en ese momento cuando Pogacar comenzó a considerar seriamente ganar una etapa. Por eso Van der Poel tuvo que asumir la mayor carga de trabajo, lo que al final terminó pasándole factura."
Antes de añadir: "Además, fue él quien se atrevió a arriesgar más que nadie. Lo más impresionante es que todo comenzó con una acción de Vingegaard. Luego, Pogacar y Van der Poel tuvieron que seguirle, y Evenepoel no podía quedarse atrás. Que los cuatro llegaran juntos justo delante del pelotón es algo que no se puede inventar. Si alguien se atreviera a escribirlo como ficción, le dirían que está exagerando."
Valoró la formación que ha llevado el UAE Team Emirates XRG al Critérium du Dauphiné: "No pienso que este sea el equipo del Tour. Tim Wellens también sufrió un problema mecánico, pero esos corredores no habrían estado ahí delante con él. Fue simplemente una pequeña escapada protagonizada por Vingegaard, justo en un instante complicado."
El bonito gesto entre Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard tras la 1ª etapa del Critérium du Dauphiné 2025
Y concluyó con un comentario sobre los dos ciclistas que están destinados a disputarse el Tour de Francia por sexta vez: "Lo que más me impresionó fue la sinceridad y la deportividad que se vio entre Pogacar y Vingegaard. Compartieron una sonrisa que rara vez se les ha visto intercambiar. Se miraron directamente a los ojos, como lo haríamos cualquiera de nosotros. Sin celos, sin hostilidad. Solo se reconocieron mutuamente, diciéndose tras cruzar la meta que lo que acababan de hacer había estado bien. Me pareció una imagen verdaderamente hermosa."