La Milán-San Remo se está disputando en estos momentos. En el primer monumento de 2025, Tadej Pogacar busca una victoria que aún no ha logrado en su carrera profesional. El esloveno es uno de los favoritos, pero con la presencia de Mathieu van der Poel, Mads Pedersen o Filippo Ganna, entre otros, lo va a tener muy difícil.
En declaraciones a Cycling Pro Net antes de la carrera, Pogacar habló sobre su reciente recuperación tras la caída en la Strade Bianche, su preparación y el difícil reto de superar la clásica más impredecible del ciclismo.
"Tuve que recuperarme, y sí, no fue fácil, pero ahora estoy aquí. Hice algunos buenos entrenamientos, algunas buenas recuperaciones. Tenemos un buen ambiente en el equipo, así que estoy deseando empezar. Estamos listos para luchar por la victoria".
Cuando se le preguntó hasta qué punto se había familiarizado con la ruta, Pogacar explicó que las carreteras de San Remo no son ni mucho menos desconocidas.
"A veces entreno allí en la carretera porque no está tan lejos de donde vivo y sí, he estado los últimos días allí entrenando, sí, haciendo algo de entrenamiento de velocidad detrás del motor y probando las piernas en el Poggio. Es bueno tener más entrenamientos en el recorrido. Cuantos más, mejor".
Pero, a pesar de los años que lleva intentándolo, la receta del éxito en San Remo sigue sin dar con él. ¿Será 2025 el año en que lo descubra?: "Creo que una vez que gane esta carrera podremos decir que la he roto, pero hasta entonces intentaré encontrar la receta".
Las tácticas en este monumento son notoriamente difíciles de precisar, y Pogacar sabe que incluso los planes mejor trazados están a merced de decisiones tomadas en fracciones de segundo y de la dinámica del equipo.
Cuando se le preguntó si un ataque temprano, incluso en la Cipressa, podría estar en las cartas, Pogacar sonrió: "Sí, es posible. Todo es posible. Pero si es una buena idea, no lo sé".