La Milán-San Remo 2025 ha entrado por la puerta grande en los libros históricos del ciclismo. Mathieu van der Poel, Tadej Pogacar y Filippo Ganna dejaron una batalla memorable que comenzó en Cipressa, se intensificó en el Poggio, y capituló en un esprint reducido inolvidable.
Aún con la resaca de la carrera, hay una gran conclusión principal que las supera a todas en lo que se refiere a la salud de este deporte como competición: el ciclismo necesita a Jonas Vingegaard.
Los 30 kilómetros finales de la Milán-San Remo se recordarán toda la vida. Todo comenzó con el ataque de Tadej Pogacar en Cipressa, que solo pudieron seguir sus dos rivales. Como consecuencia, se batió el récord histórico en la subida, bajando de los 9 minutos y coronando en 8:55.
Pogacar hizo prácticamente la carrera perfecta para ganar. El esloveno venía de unos meses en los que ha estado completamente intratable. Cuando atacaba, nadie podía con él. Los rivales empezaban a sentir que la estrella de UAE se había convertido en un ciclista invencible. Hasta que Van der Poel volvió a demostrar que, a pesar de todo, sigue siendo humano.
¿Qué tiene que ver esto con Vingegaard? Es muy espectacular ver a Tadej Pogacar ganar carreras con tanta facilidad. Pero ninguna de las que se ha llevado, ni siquiera el Mundial de 2024 con un ataque a 100 km de meta, es tan bonita como una en la que se encuentre la rivalidad que ha tenido en esta Milán-San Remo.
Pogacar y Mathieu van der Poel llegaron al Poggio cara a cara. En la subida, el esloveno atacó más de 5 veces, intentando marcharse en solitario porque sabía que en el esprint nada tenía que hacer. Pero ni un solo movimiento hizo daño al neerlandés. De hecho, el corredor de Alpecin-Deceuninck dijo tras su victoria que sabía que tenía la victoria en el bolsillo en cuanto coronaron la subida.
Por eso, para los aficionados lo mejor que podría pasar es que Jonas Vingegaard vuelva a su mejor nivel. Batallas como las del Tour de Francia 2022 y 2023 benefician mucho más al ciclismo que la de la edición de 2024, donde Pogacar ganó totalmente sobrado con 6 victorias de etapa en el bolsillo.
El ciclismo, como cualquier deporte, se alimenta de las mejores rivalidades. El 2025 de Vingegaard no ha empezado especialmente bien. Ganó la Volta ao Algarve el último día y sufriendo mucho durante toda la carrera. Luego, en la París-Niza, fue derrotado por Joao Almeida en el primer final en alto. Además, abandonó la carrera por una caída cuando estaba líder de la clasificación general.
La próxima carrera del danés será ya el Criterium du Dauphiné, donde este año también correrá Tadej Pogacar. La mítica prueba de preparación para el Tour de Francia se sentirá este 2025 más crucial que nunca.
Todos los aficionados esperan y necesitan que Vingegaard pueda estar a la altura de Pogacar igual que Mathieu van der Poel lo ha estado en esta Milán-San Remo. Además, cabe recordar que se enfrentarán también en la Vuelta a España, salvo sorpresa, y en el Mundial. Por lo tanto, si todo sale bien, solo en 2025 habrá 4 nuevos capítulos de la rivalidad entre las dos superestrellas.