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Soudal Quick-Step parece estar poco a poco recuperando su sitio. Fuera de las clásicas adoquinadas, el equipo ha tenido una buena temporada, pero en este terreno, incluso sin su capacidad dominante, se esperan buenos resultados de la escuadra belga. La Paris-Roubaix será la última oportunidad de conseguir un gran resultado, y
Kasper Asgreen confía en poder marcar la diferencia.
"Creo que muchas cosas han ido mal, tanto desde el punto de vista táctico como desde el de la mala suerte, ya también hemos tenido muchos corredores enfermos y hemos tenido que hacer cambios en la plantilla. Creo que en el Tour de Flandes por fin lo hicimos bien y acabé corriendo la final. Así que vamos por el buen camino y estamos mejorando cada vez más", dijo Asgreen en la rueda de prensa previa a la carrera. "Creo que tenemos que seguir como lo hicimos en Flandes y, con suerte, volveré a estar ahí, y si puedo tener un compañero o dos conmigo, aún mejor".
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"Flandes es un esfuerzo mucho más explosivo que Roubaix, así que con mi condición actual, Roubaix debería ser mucho mejor. Esos esfuerzos sostenidos de alta potencia son más fáciles con tu condición de base. Ir a fondo al final de una carrera larga es algo que puedo hacer claramente, de lo contrario no estaría en el final de una carrera de 280 km como Flandes", continúa. "Así que confío en que el domingo esté en forma y sea capaz de hacerlo. Pero primero hay que llegar y las tres últimas veces que hice Roubaix nunca me pareció que lo hiciera bien, así que ese será el punto central en primer lugar."
El equipo belga cuenta con varios clasicómanos fuertes, pero en las subidas nunca pudieron igualar a los mejores. Sin ellos, sin embargo, tienen muchas más posibilidades aquí. Asgreen tiene a su lado a Yves Lampaert y Florian Sénéchal que son especialistas en este terreno, así como a Tim Merlier y Davide Ballerini que son esprinters potentes que pueden enfrentarse a este terreno.
Por supuesto, no se trata sólo de las piernas en la París-Roubaix, sino también de evitar caídas y problemas mecánicos. "En general, no creo mucho en la mala suerte. La mala suerte siempre parece encontrar a los mismos corredores, hay que fijarse un poco en la forma en la que se está corriendo y trabajar en ello. Por eso he dedicado mucho tiempo a hacer un reconocimiento de los adoquines y a trabajar en mi técnica sobre cómo correr por los adoquines y demás", concluyó.