Todo el mundo ha visto u oído hablar de la superestrella que es
Mathieu van der Poel sobre la bicicleta. El vigente campeón del mundo de ciclocross y reciente vencedor de la Milán-San Remo ha cosechado muchos éxitos. Pero, ¿cómo es este corredor de 28 años fuera de la bicicleta? Sus amigos Niels Verdijck y Bram De Laat nos lo explican.
"Podemos escribir un libro sobre lo que vivimos con él", cuenta De Laat a Het Nieuwsblad. "Fuimos a ver una etapa de la Vuelta a Bélgica y entonces Mathieu me apuntó a la cabeza con una botella de agua medio llena desde el pelotón", recuerda con una sonrisa.
"Mathieu siempre quiere ganar", continúa De Laat. "Después de Zonhoven fuimos juntos a comer patatas fritas y allí pudo relajarse. Eso le ha hecho bien mentalmente. El día de Hoogerheide pasamos por la caravana y estaba muy relajado. Enseguida lo supimos: va a salir bien. Y así sucedió", dice, recordando el éxito de van der Poel en el Mundial de ciclocross a principios de este año.
"El entrenamiento más duro que hice con Mathieu fue para la Copa del Mundo de Wollongong", recuerda Verdijck. "Habíamos recorrido casi 230 kilómetros y cuando estábamos casi en casa, me pidió añadir una hora más. A 40 por hora, yo a su rueda. Aquel día entrenamos 270 kilómetros a una velocidad media de 37,5 por hora. Era muy bueno para ese Campeonato del Mundo de Australia". Antes de que De Laat añadiera: "Luego le detuvieron allí y acabó en la cárcel entre los borrachos. Mathieu es muy buen tipo".