Tras un largo parón obligado por las lesiones,
Benoît Cosnefroy está listo para regresar al pelotón. El corredor del
Decathlon AG2R La Mondiale volverá a la competición el próximo 29 de abril, cuando tome la salida en el Tour de Romandía, poniendo fin a una inactividad que se ha prolongado durante ocho meses.
Desde su participación en el Tour Renewi, Cosnefroy no había vuelto a competir debido a problemas persistentes en la clavícula y la rodilla, que finalmente requirieron una intervención quirúrgica en enero. Junto a Remco Evenepoel, era uno de los pocos corredores del circuito WorldTour que aún no había debutado en la temporada 2025.
Pero mientras Evenepoel ha regresado con fuerza, ahora es el turno del francés, que encara esta nueva etapa con una mentalidad renovada. "No tengo miedo de volver a empezar, sé que mi cuerpo aguantará", declaró al
Dauphiné Libéré. "Por supuesto que me habría gustado que la pausa fuera más corta, pero también he aprovechado este tiempo. Ha sido como durante el confinamiento por Covid: algunos lo vivieron como un respiro. Para mí ha sido igual. Alejarme de la competición me ayudó a liberar presión".
Aunque reconoce que aún no está en su mejor forma, Cosnefroy se muestra optimista con respecto a su regreso. "Estoy al nivel que tendría en enero en una preparación habitual. No espero ser decisivo de inmediato, pero sé que no estaré completamente perdido", explica. "Quiero volver a adquirir esos automatismos: mantener la concentración durante varias horas, gestionar la alimentación en carrera, lidiar con el viento, con el ruido...".
El objetivo inmediato será readaptarse al ritmo competitivo y recuperar sensaciones, sin prisas pero con ambición.
De momento, su calendario post-Romandía sigue sin confirmarse, aunque baraja varias opciones para el mes de mayo. Entre ellas, las clásicas bretonas como el Grand Prix du Morbihan y el Tro Bro Léon, o los 4 Días de Dunkerque. De cara a junio, el Critérium du Dauphiné o el Tour de Suiza se perfilan como posibles escenarios para seguir acumulando kilómetros y confianza. "Lo que quiero es rendir. Volver, ser fuerte y ganar carreras. Echo de menos esa adrenalina, esos momentos únicos en los que te juegas todo en el final", confiesa. "Me encanta la vida que tengo, el ritmo del alto nivel y las batallas que ello conlleva. Eso también me construye como persona".