Bradley Wiggins fue uno de los ciclistas más exitosos de la década de 2010, ganando el Tour de Francia y consiguiendo títulos en los Juegos Olímpicos y los Campeonatos del Mundo, entre otros. Sin embargo, en la actualidad se enfrenta a una situación financiera muy difícil, enfrentándose a una posible bancarrota y a una deuda de casi 1 millón de libras esterlinas.
Wiggins dirigía la sociedad "Wiggins Rights Limited", que financiaba el antiguo Team Wiggins, pero también proyectos en torno al británico. Se argumenta que esta suma se debe en gran medida a un préstamo del director, que Wiggins ha rebatido desde entonces. Se pidió a Wiggins que devolviera la cantidad exacta de 979.953 libras en 2022, pero no lo ha hecho y no corre el riesgo de que la situación se agrave.
"Es un asunto muy histórico que implica la negligencia profesional de otros que ha dejado un montón de mierda con mi nombre en la parte delantera de la misma para hacer frente a", dijo Wiggins a CyclingWeekly, que realizó el informe. "Le pasa a muchos deportistas mientras están haciendo el injerto y en que habrá una serie de reclamaciones legales de mis abogados a la izquierda derecha y el centro como resultado."