El
Giro de Italia 2025 ha llegado a su semana decisiva en un escenario inesperado. Isaac del Toro posee la maglia rosa, Simon Yates se segundo, Juan Ayuso tercero, y
Primoz Roglic 10º a casi 4 minutos del líder de la general.
En la etapa 15, Roglic perdió un minuto y medio después de quedarse en la subida a Dori, donde Richard Carapaz atacó. La estrella de
Red Bull - BORA - hansgrohe no está bien. Eso es un hecho. Pero, ¿está a tiempo todavía de darle a la vuelta a la situación?
Roglic no es ajeno a la adversidad en las grandes vueltas. Todos sabemos que, a pesar de su brillantez, ha tenido mala suerte, caídas y desgracias en carreras de tres semanas. Pero esto no siempre ha arruinado sus temporadas.
De hecho, si hay un tema recurrente a lo largo de la extraordinaria carrera del esloveno, es su asombrosa capacidad para recuperarse de las caídas, los reveses y los desastres.
En 2024, por ejemplo. Roglic debutó con BORA en el Tour de Francia de ese año. Tuvo un comienzo relativamente bueno: fue tercero en la contrarreloj individual de la 7ª etapa y cuarto en la general en la 12ª etapa. Sin embargo, en un descenso cerca de la línea de meta, Roglic sufrió una fuerte caída y se le diagnosticó una fractura de vértebras. Tuvo que abandonar el Tour una vez más, haciendo que su maldición francesa le siguiera desde Visma hasta BORA.
Para muchos corredores, una lesión de este tipo significaría una larga recuperación y una vuelta a empezar. No fue el caso de Roglic, que apenas un mes más tarde participó en la Vuelta a España.
En este caso, las primeras señales tampoco fueron buenas. En la 6ª etapa, Ben O'Connor se colocó en cabeza de carrera con una dominante victoria desde la escapada, sacando casi cinco minutos a Roglic. La carrera ya parecía perdida.
Pero en las semanas siguientes, Roglic hizo lo que mejor sabe hacer: recortar distancias. Etapa a etapa, subida a subida, fue recuperando terreno a O'Connor. A pesar de sufrir una penalización de 20 segundos en la etapa 15 por ir ilegalmente detrás del coche de su equipo, Roglic se tomó su tiempo en las etapas de montaña clave y, finalmente, realizó una obra maestra en solitario en la etapa 19 para recuperar el maillot rojo en la cima del Alto de Moncalvillo. Ganó la Vuelta, su cuarto título en la carrera, todo un récord.
Primoz Roglic ganó su cuarta Vuelta a España en 2024
En 2022, Roglic participó en el Tour de Francia y pronto volvió a tener problemas. En la 5ª etapa, chocó contra un fardo de heno y se dislocó el hombro, una espantosa lesión que tuvo que recolocarse él mismo. Con sus esperanzas en la general desvanecidas, se convirtió en ayudante de Jonas Vingegaard antes de retirarse debido a los efectos de la caída.
Una vez más, se recuperó para la Vuelta, aunque esa vez su fortuna se agotó. Una caída con Fred Wright puso fin a su campaña y le privó de otro título, ya que Remco Evenepoel se hizo con el maillot rojo. Sin embargo, el mero hecho de que volviera a estar en forma, con la victoria como objetivo en la última semana, subraya su capacidad para recuperarse.
Aún más atrás, en 2021, el Tour de Roglic naufragó casi inmediatamente después de un prometedor podio en el fin de semana inaugural. Una caída en la tercera etapa le hizo perder más de un minuto y, tras perder más de media hora en los Alpes, abandonó en la novena etapa. De hecho, regresó en la mejor forma de su carrera, ganando el oro olímpico de contrarreloj en Tokio y destrozando a todos en la Vuelta con más de cuatro minutos de ventaja, el mayor margen desde 1997.
Todo esto apunta a una verdad crucial: Primoz Roglic sabe cómo dar la vuelta a situaciones aparentemente desesperadas. Mientras que otros corredores pueden entrar en barrena tras sufrir grandes reveses, Roglic se reorienta. Puede que su cuerpo se venga abajo, pero su fortaleza mental, su inteligencia en carrera y su capacidad para reconstruirse son lo que le han convertido en uno de los corredores de grandes vueltas con más éxito de la era moderna.
Este contexto es importante porque, a diferencia de 2024 y 2021, cuando la Vuelta fue el campo de batalla de su regreso, 2025 tiene un objetivo diferente: el Tour de Francia. Roglic tiene previsto regresar al Tour en julio. Eso hace que su dilema actual en el Giro sea aún más delicado. ¿Resiste las etapas restantes de un Giro en el que sus esperanzas de ganar la general están casi extinguidas? ¿O se baja de la bicicleta ahora, se reagrupa y se asegura de estar fresco y sano para luchar de nuevo por el amarillo?
Es lógico que reduzca sus pérdidas. El Giro es una carrera físicamente brutal, especialmente en su última semana. Si Roglic arrastra los efectos de múltiples caídas (como sugiere su estado de forma), continuar sólo puede agravar el problema. En el mejor de los casos, el Giro puede acabar entre los cinco primeros, lo que no justifica el desgaste si el objetivo final es el Tour.
Por otra parte, Roglic es un corredor que se nutre del ímpetu y el ritmo. Abandonar la carrera puede acarrear consecuencias mentales, especialmente si su forma en el Tour acaba siendo deficiente debido a un bajo ritmo o a demasiado tiempo de recuperación. A menudo ha utilizado la Vuelta como una oportunidad para dar un giro a su temporada, pero la 2025 no presenta esa misma alternativa. Si el Tour va mal, no hay ninguna gran vuelta de salvación esperándole en España esta vez, ya que sería su tercera gran vuelta del año. Eso podría aumentar la tentación de atrincherarse e intentar salvar algo aquí en Italia.
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