Análisis: La perfecta actuación del Jumbo-Visma en la Omloop Het Nieuwsblad que amenaza con dominar el resto de clásicas

Ciclismo
sábado, 25 febrero 2023 en 21:33
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Jumbo-Visma ha lanzado un grupo de ataque masivo en las clásicas adoquinadas de 2023. La incorporación de Dylan van Baarle termina por demostrar que todas las piezas del puzzle están presentes para dominar por completo esta primavera, sobre todo tras la victoria del corredor neerlandés en la Omloop Het Nieuwsblad.
Jumbo-Visma ha dado un giro en 2022. Tras una mejora en la inversión, el equipo tenía como gran objetivo conquistar el Tour de Francia y dedicó todos sus recursos a ello. Se llevó al Tour el mejor equipo posible, y allí se combinaron capacidad escaladora, potencia bruta, táctica excelente y control absoluto bajo presión. Parece que esta mentalidad se está trasladando a 2023.
El equipo holandés tiene un enfoque diferente de las Grandes Vueltas, ya que Primoz Roglic y Jonas Vingegaard toman caminos separados mientras el equipo busca el éxito en el Giro. Sin embargo, pueden hacerlo, ya que su principal objetivo se ha cumplido. Sin embargo, ha habido tanto trabajo para dominar las clásicas adoquinadas como lo hizo Quick-Step hace una década, y puede que ya hayan alcanzado el nivel necesario para hacerlo.
En 2022 dos fichajes lo cambiaron todo. Wout van Aert ha demostrado ser una figura destacada en las clásicas, en los sprints y un corredor increíblemente versátil. Su calidad es innegable, pero también un punto débil, ya que muchas veces era el hombre a batir, y en carreras como ésta era una carga demasiado pesada de llevar. Adelante: Christophe Laporte y Tiesj Benoot.
En la ventana de fichajes de 2022 llegaron estas dos figuras, que lo cambiaron todo en el planteamiento del equipo para los clásicos. Jumbo ya no era un equipo defensivo que esperaba pocos ataques, sino que ahora tenía la capacidad de correr tácticamente y evitarle la presión a van Aert. Esto les permitía tener un mayor control de las carreras y favorecer las posibilidades de éxito del belga.
Inmediatamente se notó el efecto. Wout van Aert atacó y ganó en solitario la Omloop Het Nieuwsblad. En la E3 Saxo Bank Classic, él y Laporte arrasaron al resto, atacando en tándem utilizando el elemento sorpresa y la ventaja. Esta estrategia se utilizó también en la París-Niza y en el Tour de Francia, con resultados extraordinarios.
En Gante-Wevelgem, el equipo había decidido dar a Christophe Laporte la oportunidad de ganar, y cuando los corredores miraron a van Aert, éste se metió en el movimiento ganador y acabó tercero. Tiesj Benoot no estaba tan adaptado, pero se encontraba en igual buena forma, y fue segundo en Dwars door Vlaanderen junto a Mathieu van der Poel.
El desastre llegó cuando van Aert se contagió de COVID-19 días antes de Flandes. El equipo perdió a su líder y factor dominante. A pesar de ello, consiguió ser segundo en la París-Roubaix, donde el Jumbo fue derrotado con su propia estrategia, ya que el INEOS cubrió el ataque inicial de Dylan van Baarle, que pudo triunfar. En 2023, van Baarle se une al Jumbo, al igual que Jan Tratnik, que había mostrado unas piernas tremendas durante las clásicas de primavera.
Hoy, en la jornada inaugural del fin de semana, el equipo encabezó un grupo de 14 corredores con 6 de los suyos. Jan Tratnik y Nathan van Hooydonck volvieron a atacar y presionaron a todos los demás equipos. Es una muestra de la inmensa profundidad con la que puede trabajar el equipo, pero también de una brillante perspicacia estratégica, que estén constantemente en cabeza mientras los equipos rivales queman a sus hombres en la persecución.
Mantenían a sus hombres en cabeza en todo momento y Dylan van Baarle lanzó su propio movimiento a falta de 40 kilómetros, de nuevo con alguna compañía que perturbaría la persecución. Van Baarle rodó a su mejor nivel, como había hecho en Roubaix. Un movimiento tradicional con un ataque temprano en terreno duro, y una cantidad infinita de potencia que le vio sobrevivir en las carreteras llanas donde, sobre el papel, perdería tiempo.
En las subidas se sabe que van Baarle será capaz de mantener los ataques. Mientras él corría su propia carrera, Jumbo hizo que Christophe Laporte cubriera a los más fuertes del pelotón. Su sprint -recordemos que fue segundo en los Campeonatos del Mundo- será siempre un obstáculo para quien esté dispuesto a trabajar en un grupo en el que él le siga. El equipo cubrió constantemente todos los intentos de alcanzar a van Baarle y supuso una gran barrera psicológica.
La victoria fue cómoda. La carrera fue cómoda. En todo momento estuvieron delante, y cuando llegó el ataque decisivo fue uno de los suyos. Y Wout van Aert sigue en el Teide, sólo correrá a partir de la E3 Saxo Classic cuando se trate de los adoquines. La mayoría de los ojos estarán puestos en él, mientras que van Baarle seguirá teniendo libertad para atacar.
Incluso si el equipo puede ser igualado cuesta arriba, con grandes tácticas son capaces de dividir los grupos inmensamente. En 2022 fueron, con diferencia, el equipo de clásicas más fuerte, y las expectativas de que van Baarle lo mejoraría eran correctas. Tadej Pogacar, Mathieu van der Poel, Tom Pidcock y tal vez otra figura podrán atacar en las subidas, pero sus equipos no estarán al mismo nivel y se ejercerá presión.
Sin tener que salvar diferencias y atacar, es difícil imaginar que van Aert no pueda seguir a estos últimos. Y eso en Flandes. En Roubaix, el equipo parece perfectamente preparado para repetir su estrategia y jugar con los números. Se avecina una primavera oscura para muchos equipos que tienen grandes ambiciones para los adoquines. Es muy probable que el Jumbo-Visma domine desde Omloop hasta Roubaix, y su primera prueba fue exactamente el rendimiento y la inyección de motivación que estaban buscando.

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