Esta semana llega a su final la Vuelta a España 2025. Pero lejos de la carretera, también se celebrará el domingo 14 de septiembre el
Mundial de Mountain Bike. Allí,
Mathieu van der Poel aspira a lograr su principal objetivo de la temporada: el único maillot arcoíris que le falta.
El 14 de septiembre, Mathieu van der Poel estará en la línea de salida de Crans-Montana con la oportunidad de completar el capítulo más difícil de su carrera. El Mundial de Mountain Bike es algo más que otra prueba para la superestrella neerlandesa.
La prueba representa el único maillot arco iris que falta en su colección, el único título que ha admitido abiertamente que significa más para él. En una prueba en la que no participa el actual campeón olímpico,
Tom Pidcock, la imprevisibilidad rodea la carrera y la posibilidad de que se produzca un momento histórico es enorme.
Pero, ¿hasta qué punto es probable que gane la estrella de Alpecin-Deceuninck?
En marzo, Mathieu van der Poel no ocultaba sus ambiciones:
"Sería genial ser campeón del mundo de
ciclismo de montaña algún día. Es como la última pieza del puzle de mi carrera. Me gustaría mucho conseguir ese título. Si me paro y me falta el título mundial de MTB, sería lo único que pensaría en este momento: qué pena. Por lo demás, me da igual", explicaba la estrella del Alpecin-Deceuninck en la revista Helden.
Pocos ciclistas en la historia pueden igualar su palmarés. Van der Poel ha conquistado un récord de siete títulos mundiales de ciclocross, un maillot arco iris de ciclista de carretera en Glasgow en 2023 y la corona mundial de grava en 2024.
Si a eso añadimos ocho Monumentos, victorias de etapa en el Tour de Francia y en el Giro de Italia, y temporadas con los maillots amarillo y rosa, su currículum ya parece el de uno de los grandes de este deporte. A sus 30 años, le quedan muy pocos títulos por conquistar, pero el campeonato del mundo de bicicleta de montaña es uno de ellos.
Mathieu van der Poel va a por el arcoíris de Mountain Bike
Su historia con la disciplina ha sido turbulenta. Ganó el campeonato de Europa en 2019, pero su candidatura olímpica en Tokio terminó en un desastroso accidente. Desde entonces, las oportunidades sobre la bicicleta de montaña han sido escasas, exprimidas por su incesante calendario en carretera.
De hecho, en los cuatro años transcurridos desde aquellos Juegos, sólo se ha alineado en cuatro carreras de Mountain Bike, terminando únicamente dos. Esta escasez de resultados le deja en una posición muy retrasada en la parrilla de salida de Crans-Montana.
"La posibilidad es baja"
A finales de agosto, dejó entrever lo que podría ser posible. En Les Gets, remontó desde el fondo del pelotón para terminar sexto en la Copa del Mundo. Después, evaluó sus posibilidades con franqueza.
"En bicicleta de montaña, la salida es aún más importante que en ciclocross. Las posibilidades de que me proclame campeón del mundo siguen siendo bajas después de esta semana, pero creo que esta semana he marcado la diferencia desde el punto de vista físico."
También fue sincero sobre sus limitaciones:
"Estoy contento con mi carrera. Sentí que mejoraba en cada vuelta, pero en las etapas finales me faltó garra y aceleración en las piernas para competir por la victoria. Me habría conformado con este resultado de antemano, pero en retrospectiva, podría haber conseguido aún más si hubiera sido un poco más agresivo en las primeras vueltas", admitió. De cara al Mundial, tiene claro cuál es el factor decisivo:
"La salida también será crucial allí".
Para van der Poel, el reto no es sólo físico, sino histórico. Intenta convertirse en campeón del mundo en una cuarta disciplina, algo que ningún hombre ha logrado jamás. Pauline Ferrand-Prévot lo ha conseguido, con los maillots arco iris en carretera, gravel, ciclocross y bicicleta de montaña.
De hecho, en 2015 se convirtió en la primera ciclista en ostentar simultáneamente títulos mundiales en carretera, ciclocross y bicicleta de montaña. Ganadora del Tour de Francia Femenino y de la París-Roubaix, la carrera de Ferrand-Prévot se ha convertido en un referente de grandeza integral.
Los rivales
Pero no está solo en la caza. El líder de la Copa del Mundo, Victor Koretzky, medalla de plata en París 2024, ha sido el corredor más regular de la temporada. El estadounidense Christopher Blevins, segundo clasificado, atraviesa el mejor momento de forma de su vida, mientras que el sudafricano Alan Hatherly, medalla de bronce olímpica, también está en plena forma.
Y luego está Nino Schurter, la leyenda suiza con 10 títulos mundiales y una medalla olímpica de todos los colores, que corre el que puede ser su último Mundial en casa.
Todo ello significa que la tarea de Van der Poel es monumental. Pero, como sabemos, Van der Poel es un hombre monumental.
Las probabilidades están en su contra, desde su posición de salida hasta el nivel de la competición que se interpone en su camino. Pero si hay un corredor capaz de desafiar esos pronósticos, ése es él. Ya ha conquistado la carretera, el gravel y el ciclocross, tres disciplinas que exigen habilidades totalmente diferentes. El título mundial de Mountain Bike es la última frontera, y aunque siga siendo improbable, el hecho de que esté en liza subraya por qué no se puede ignorar su cita con la historia.
¿Se enfundará Van der Poel el maillot arco iris de Mountain Bike este fin de semana?