Hay muchos atletas de otros deportes que disfrutan montar en bicicleta y el ciclismo en general. Es el caso de la estrella de la Fórmula 1,
Valtteri Bottas, que competirá este domingo 6 de octubre en el
Mundial de Gravel 2024. El actual piloto de Sauber tiene en su carrera 10 victorias, 67 podios 20 poles y 19 vueltas rápidas. Ha estado siete veces entre los 5 primeros del Campeonato del Mundo, cuatro entre los 3 y en dos ocasiones ha terminado segundos, ambas por detrás de su compañero por aquel entonces en Mercedes, Lewis Hamilton.
Este fin de semana, Bottas cambiará el asfalto por el terreno accidentado e impredecible de Bélgica para participar en la tercera edición de los
Mundial de Gravel de la UCI. Lo que hace que este evento sea único es la mezcla de ciclistas profesionales y aficionados entusiastas que compiten juntos, con nombres como Mathieu vander Poel y Matej Mohoric en la línea de salida junto a Bottas.
¿Cómo se clasificó Bottas para el Mundial?
A finales de 2023, Bottas dejó claras sus ambiciones ciclistas: quería clasificarse para el Mundial de Gravel de la UCI de 2024, que se celebrarían en Flandes, el famoso corazón del ciclismo belga. El 27 de abril de 2024, su sueño se hizo realidad al conseguir su plaza en una carrera clasificatoria en Sudáfrica.
La Swartberg 100, una dura prueba de grava en Sudáfrica, sirvió a Bottas de billete para el Mundial. La carrera forma parte de las UCI Gravel World Series, en las que el 25% de los primeros clasificados de cada categoría obtienen una plaza en el campeonato del mundo. Bottas terminó sexto en su grupo de edad, una hazaña impresionante en una carrera en la que sólo hubo 24 participantes en su categoría. Su clasificación le valió por poco la última plaza disponible, pero un puesto en la carrera es todo lo que necesitaba.
La clasificación no se limitó a los números, sino que marcó un hito importante para
Bottas, que ha desarrollado una estrecha relación con el mundo del ciclismo. Habitual en varias carreras amateur y pro-am, se ha forjado una reputación no sólo como estrella de la F1 que disfruta con el ciclismo, sino como un competidor verdaderamente apasionado y capaz en el mundo de las carreras sobre gravel.
El camino a Bélgica
La región belga de Flandes, rica en historia del ciclismo, ofrece el escenario perfecto para el Mundial de Gravel de la UCI. Conocida por sus legendarias clásicas adoquinadas, como el Tour de Flandes, esta región es sinónimo de carreras duras y apasionadas, y su terreno accidentado pondrá a prueba incluso a los ciclistas más experimentados.
El recorrido de este año promete ser una dura prueba de resistencia, manejo de la bicicleta y perspicacia táctica. La carrera masculina se extiende a lo largo de 182 kilómetros sobre un terreno variado, desde tramos técnicos de grava hasta colinas onduladas. El recorrido femenino es igualmente exigente, con 133 kilómetros a lo largo de una ruta similar entre Halle y Lovaina.
Bélgica es un país que respira ciclismo, donde las carreras están profundamente entretejidas en el tejido de la vida. Flandes, en particular, es famoso por sus difíciles carreteras, sus apasionados aficionados y sus duras condiciones. Es un lugar donde el ciclismo no es sólo un deporte, sino una parte integral de la cultura.
Matej Mohoric es el vigente campeón del mundo de Gravel de la UCI
Para Bottas, correr en este entorno será un reto totalmente nuevo. A diferencia de los circuitos cerrados de la Fórmula 1, las carreras sobre grava son crudas, desestructuradas y a menudo caóticas. Requiere una rápida toma de decisiones, un sólido conocimiento de la mecánica de la moto y una gran reserva de resistencia. Para alguien a quien le gusta superar los límites, la imprevisibilidad de las carreras sobre grava puede ser lo que atraiga a Bottas a este deporte.
Aunque muchos ven a Valtteri Bottas como un piloto de Fórmula 1 con una afición aparte, su implicación en el ciclismo es muy profunda. Su pasión por este deporte va más allá de las carreras; Bottas también es cofundador y socio de FNLD GRVL, un evento de ciclismo sobre grava de primera categoría que se celebra en Lahti (Finlandia). Coorganizado con su socia Tiffany Cromwell, ciclista profesional de Canyon-SRAM, FNLD GRVL atrae a cientos de corredores de gravel cada año.
La relación de Bottas con Canyon, uno de los principales fabricantes de bicicletas de alto rendimiento, es otra pieza clave de su trayectoria ciclista. Como socio y embajador de la marca, Bottas se ha convertido en una cara conocida en el mundo del ciclismo, y Canyon ha contribuido a facilitar su transición del automovilismo al ciclismo. Su colaboración con Canyon le da acceso a equipamiento de primer nivel, una ventaja en carreras donde la precisión técnica y el alto rendimiento son cruciales.
El auge de las carreras de gravel
Las carreras sobre gravel, aunque todavía relativamente jóvenes como disciplina oficial, han crecido exponencialmente en popularidad en los últimos años. Su atractivo radica en su accesibilidad e inclusividad, ya que ciclistas profesionales, aficionados y guerreros de fin de semana se alinean juntos, compartiendo los mismos recorridos y desafíos. Pero con este aumento de prominencia vienen inevitables fricciones, en particular entre los puristas del gravel y la afluencia de corredores profesionales de carretera que se incorporan a la disciplina.
Para algunos, el atractivo de las carreras sobre tierra radica en sus orígenes populares, donde las carreras eran informales, inclusivas y libres de la atmósfera de alto riesgo y alta presión del ciclismo profesional de carretera. La creciente participación de ciclistas de carretera de talla mundial, como Mathieu van der Poel y Matej Mohoric, y ahora Valtteri Bottas, de Fórmula 1, ha suscitado inquietud entre algunos aficionados. Los críticos argumentan que la afluencia de pilotos profesionales podría diluir la identidad del deporte, convirtiéndolo en otra extensión de las carreras en carretera, con sus patrocinios corporativos y sus atletas de élite.
Por otro lado, muchos creen que la presencia de atletas de tan alto perfil sólo sirve para elevar el deporte, aportando la atención y la financiación que tanto necesita. Las carreras de gravel ya se han beneficiado de la mayor visibilidad, con carreras que atraen a más público y patrocinadores.
Sin embargo, el equilibrio entre la autenticidad de las carreras de gravel y su crecimiento es delicado. A algunos puristas les preocupa que la comercialización de este deporte, sobre todo a medida que más profesionales de la carretera se pasen al gravel, pueda acabar con el espíritu que atrajo a la gente al gravel en un principio. Otros sostienen que la naturaleza igualitaria de las carreras de gravel, en las que todos, desde los aficionados a los profesionales, pueden correr en el mismo circuito, mantendrá siempre el deporte fiel a sus raíces.
Para Bottas, este debate es probablemente periférico. Su objetivo sigue siendo correr y competir, ya sea al volante de un Fórmula 1 o en las accidentadas carreteras de una carrera de tierra. Su incursión en las carreras sobre grava añade una nueva dimensión a la evolución del deporte. Como atleta de alto nivel con un gran número de seguidores, Bottas aporta un protagonismo único a las carreras sobre grava, atrayendo potencialmente a un nuevo público de aficionados que quizá no se hayan interesado antes por este deporte.
En muchos sentidos, Bottas representa un puente entre los mundos del automovilismo de élite y del ciclismo de base. Su pasión por ambos es evidente, y su éxito en cada uno de ellos demuestra que las cualidades que caracterizan a un competidor de categoría mundial, como la determinación, la concentración y un inquebrantable deseo de mejorar, son universales.
Este fin de semana, cuando Bottas se enfrente a las desafiantes carreteras de Bélgica en el Mundial de Gravel de la UCI, se enfrentará a algunos de los mejores corredores de gravel del mundo. Pero gane o pierda, su sola participación es un testimonio del creciente alcance y atractivo de las carreras sobre tierra.
Está por ver si este cruce de atletas de alto nivel como Bottas ayuda o perjudica a este deporte a largo plazo. Pero por ahora, el finlandés se limita a disfrutar del viaje.