Después de varios meses lesionado, Wout van Aert vuelve este viernes a la competición. El belga debutará en la temporada 2024/25 de ciclocross en el Azencross Loenhout. La estrella de Visma - Lease a Bike lo hará por todo lo alto. Mathieu van der Poel también estará presente.
"Hoy estoy nervioso", admite Van Aert antes de su primera carrera de la campaña en conversación con Wielerflits. "Ese estrés siempre se da cuando corres o haces cross por primera vez después de mucho tiempo. Sientes curiosidad por tu rendimiento. No tengo las expectativas más altas, pero siempre hay mucho con lo que lidiar cuando llegas a una carrera de este tipo por primera vez. También hay un aspecto muy técnico en el ciclocross. Hacía mucho tiempo que no volaba por el campo a esa velocidad, eso sí que causa algo de estrés".
Dado que han pasado casi cuatro meses desde su última carrera competitiva en la Vuelta a España, Van Aert también es franco sobre el hecho de que su nivel es un poco confuso. "Después de correr una carrera, normalmente sabes dónde estarás. Si tienes buenas o malas piernas. Pero sin carreras, la pregunta es: ¿voy ahora a por el podio? ¿O será difícil seguir a los 10 primeros?", se pregunta. "Te lo puedes imaginar, pero es lógico que no lo sepas todo. Sólo compites contra ti mismo durante los entrenamientos, y eso es difícil de comparar".
"Las prácticas no han estado mal, desde luego, pero sobre todo noto que no me recupero lo suficiente. Siempre es un poco complicado no hacer demasiado. No suelo tener tantos problemas", añade. "Pero cuando empecé de nuevo en noviembre noté que tardaba mucho en rodar a un nivel normal. Después de la larga inactividad necesité mucho más tiempo para alcanzar un nivel básico decente. Eso sigue influyendo ahora".
Van Aert también insiste en que verse inmerso en un duelo cara a cara con su antiguo rival no es el principal factor de motivación. "No sólo ayer, sino en las tres carreras Mathieu estuvo tan bien como siempre. No es en absoluto el objetivo convertirlo en un duelo", afirma. "Espero que vaya bien, que pueda hacer una buena carrera y competir. Por supuesto, si estoy delante, no voy a rendirme de antemano. Pero siendo realistas, él es mejor".
"Las últimas semanas tenía cada vez más ganas de estar allí, se veía más gente y la carrera empezaba a cobrar más vida. Eso era lo que anhelaba. Cuando tuve que renunciar el lunes por enfermedad, esa sensación fue aún mayor. Entonces me di cuenta: mierda, habría estado bien estar allí", concluye Van Aert. "No creo que pueda irme a casa insatisfecho. Aquí no tengo nada que demostrar. Tengo ganas de volver a hacerlo, de desafiarme a mí mismo y habrá que ver cómo va. Ir a por todas es el gran objetivo".