Manon Bakker luchó por repetir su éxito de Val di Sole el pasado fin de semana. Los recorridos de Namur y Herentals no fueron de su agrado y terminó lejos del podio en ambas ocasiones. Sin embargo, se las arregló para reponerse y dedicar unas palabras de ánimo a una rival que se encontraba mal, explica a IDLProCycling.
Bakker no estaba del todo satisfecha con su actuación en Namur, pero lo que destacó fue su acto de bondad. Al ver a
Zoe Backstedt, que terminó 26ª y a siete minutos de la ganadora Ceylin del Carmen Alvarado, llorando, Bakker se acercó a la joven ciclista británica para consolarla.
"Ya llegará tu momento", tranquilizó Bakker a un lloroso Backstedt. "Estos recorridos son únicos. Cuando sea más técnico, naturalmente estarás ahí arriba con los líderes". Backstedt se animó notablemente después de recibir estas palabras de aliento, poniendo de relieve la camaradería en el unido mundo del ciclocross.
Curiosamente, justo el día anterior en Herentals, la propia Bakker había terminado algo decepcionada en sexta posición. "No estoy segura de cuál fue el problema, pero tuve algunos problemas de reflujo ácido incluso durante el entrenamiento. Eso no ayudó", comentó. "Y no me llevo muy bien con Skiberg. Había más escalada que el año pasado, y la escalada no es mi fuerte".