Se puede decir que
Tadej Pogacar ha dejado sentenciado el
Giro de Italia después de su espectacular triunfo en Livigno para llevarse, en la etapa reina, su cuarta victoria en la presente edición de la Corsa Rosa con la que ya saca más de 6 minutos a sus dos principales perseguidores de la general: Geraint Thomas y Daniel Martínez, gracias a su ataque desde el pelotón en la ascensión final. Sin embargo, su lucha del día fue contra un
Nairo Quintana del que el corredor del UAE Team Emirates mostró mucho respeto en las declaraciones tras la carrera.
"Cuando era niño, me enfadaba mucho con Nairo por no atacar desde lejos cuando competía contra
Chris Froome. Hoy lo hizo increíble", decía Pogacar sobre Quintana y los
Tour de Francia en los que acabó segundo tras el británico. El corredor del
Movistar Team formó parte de la escapada durante los últimos 220 km de la etapa reina, y rodó en solitario en la parte final, donde estuvo cerca de conseguir la victoria.
Sin embargo, Pogacar recortó más de dos minutos de diferencia a Nairo Quintana y superó al colombiano en los últimos 2 kilómetros de la ascensión final. El último kilómetro de la subida parecía ponerle en apuros incluso a él mismo, pero Pogacar tuvo todo el tiempo del mundo para celebrarlo al cruzar la meta con el brazo en alto por cuarta vez en dos semanas.
"Ha sido una etapa muy bonita. El recorrido era bueno y las subidas me han gustado. El equipo lo ha hecho bien. Ya habíamos dado vueltas a esta etapa en diciembre", declaró Pogacar a la prensa tras la etapa. "Intentamos controlar. Era un grupo de cabeza fuerte, pero en los últimos quince kilómetros lo di todo. Estoy contento de haber podido ganar la etapa reina, sobre todo en Livigno, porque es uno de mis lugares favoritos".
Pogacar conocía la etapa y la tenía en mente desde hacía meses. De ahí que, con un día de descanso a la vuelta de la esquina y unas carreteras en las que podía marcar la diferencia, el UAE Team Emirates decidiera mantener el ritmo durante toda la jornada para controlar lo mejor posible una escapada de varias decenas de corredores. En el pelotón, ritmo constante hasta el Passo del Foscagno. Todos sus compañeros de equipo contribuyeron en cabeza del pelotón a lo largo de más de 200 kilómetros para darle la oportunidad de ganar de rosa una vez más.
"Lo había consultado con mis compañeros de equipo. Teníamos que rodar con inteligencia y no dejar demasiado espacio a los escapados", explica. Entonces, a falta de 14 kilómetros, lanzó su propio movimiento después de que Rafal Majka realizara una vez más una salida de primera clase. "Rafal Majka lo hizo muy bien. Después de conseguir viento de cara, ataqué y esperaba poder recortar distancias". Daniel Martínez lo intentó pero no pudo mantener el ritmo, mientras que el resto de aspirantes a la general empezaron a fijarse en sus propias ambiciones; mientras que la maglia rosa volaba montaña arriba.
Una semana final para pensar en el Tour de Francia
Con el Giro de Italia ya en su bolsillo a pesar de que todavía queda una semana de carrera, Pogacar puede que empiece ya a pensar en su principal objetivo de la temporada: el Tour de Francia. Al final, el esloveno corre cada temporada para ganar la Grande Boucle, y ahora podrá permitirse unos últimos días de Corsa Rosa donde puede mantener la calma y empezar a reservar fuerzas para la gran cita ciclista de cada año.