"No tenía ni idea de si sobreviviría": Michael Matthews recupera la sonrisa tras los peores meses de su vida

Ciclismo
lunes, 20 octubre 2025 en 6:00
matthews
Hace sólo unos meses, Michael Matthews se encontraba al borde del abismo. En vísperas del Tour de Francia, el veterano australiano del Team Jayco AlUla fue diagnosticado con una embolia pulmonar, un problema médico tan grave que no sólo lo obligó a perderse la Grande Boucle, sino que también le hizo temer por su propia vida.
A los 35 años, y cuando muchos pensaban que su carrera había llegado a su ocaso, Matthews se enfrentó a una realidad devastadora: comenzar de nuevo desde cero. Sin embargo, de aquella oscuridad ha emergido con la misma sonrisa y determinación que lo han acompañado durante toda su trayectoria.
Su brillante actuación en Il Lombardia, donde pasó gran parte del día en la escapada principal, simbolizó no sólo una recuperación deportiva, sino también personal y emocional.
“Atacar era nuestro plan desde el principio”, explicó Matthews tras la clásica italiana. “Sabía que la mejor manera de conseguir un buen resultado en Lombardía era salir pronto, y tuve suerte de encontrarme en una escapada muy fuerte. Se necesitaban buenas piernas para llegar y aún mejores para mantenerse. Afortunadamente, las mías eran estupendas”.
El australiano reconoció, no obstante, que podría haber probado una táctica diferente. “Quizá hubiera merecido la pena una estrategia más paciente, para ver cómo aguantaba sin atacar tan pronto, pero estoy muy contento con mi resultado y con las sensaciones que he tenido. Estoy en el buen camino para volver a mi nivel después de los problemas de salud. Es una pena que la temporada ya esté acabando”.
Preguntado por aquellos días de junio, Matthews no oculta lo cerca que estuvo de la desesperación. “Fue una montaña rusa de emociones. Acababa de terminar una concentración de tres semanas y estaba técnicamente preparado para el Tour cuando apareció este problema. Haber trabajado tan duro para un objetivo y verme frenado por un diagnóstico médico fue devastador, también porque no sabía cuáles serían las consecuencias a largo plazo. No tenía ni idea de si volvería a correr, ni siquiera de si sobreviviría. Nadie podía decirme cuáles serían los siguientes pasos, ni para mi carrera ni para mi vida”.
Cuando los médicos finalmente identificaron la causa y comenzaron el tratamiento, la perspectiva cambió por completo. “Cuando me di cuenta de que me iba a poner bien y de que no iba a morir, inmediatamente quise entender lo que tenía que hacer para volver a mi nivel anterior sobre la bicicleta”, relató. “En esos momentos me di cuenta de lo mucho que me gusta este deporte y de lo mucho que disfruto de mi trabajo como ciclista profesional”.
Michael Matthews estuvo en la escapada en Il Lombardia
Michael Matthews estuvo en la escapada en Il Lombardia

El miedo como motor de regreso

El miedo a perderlo todo se transformó en combustible para seguir adelante. “La idea de perderlo todo por problemas de salud me motivó aún más para volver más fuerte y con más hambre de ganar otra vez”, admitió Matthews. “Había días en los que me sentía perdido y no sabía dónde estaba físicamente, pero gracias a mi mujer y a mi familia conseguí mantenerme mentalmente despejado”.
El australiano describe los meses siguientes como los más duros de su vida: “Estaba deprimido. Me pregunté si la vida se había acabado. Fueron cuatro meses muy tumultuosos, pero ahora estoy aquí y, gracias a mi estado de forma actual y a mis resultados, estoy orgulloso de lo que hago. Intento ver el lado positivo y creo que he conseguido superar una situación muy difícil. He salido de ella sonriendo, con unas piernas que aún me permiten luchar con los mejores del mundo”.
Para Matthews, el regreso a la competición fue un proceso lento y exigente. “Lo más difícil fue encontrar la regularidad”, reconoció. “En Plouay, ya rendí bien a pesar de llevar meses sin competir y casi conseguí subir al podio en una carrera tan dura. Fue entonces cuando supe que podía volver a hacerlo. Pero mentalmente no fue fácil hacer frente a los malos resultados en las siguientes carreras. Por suerte, después del Campeonato del Mundo, durante las carreras italianas encontré continuidad y me recuperé mejor entre prueba y prueba”.
Esa constancia se ha convertido ahora en la clave de su futuro inmediato. Matthews está convencido de que, pese a todo, aún tiene lo necesario para ganar un monumento.

El sueño pendiente: Milán-San Remo

“El sueño sigue siendo Milán-Sanremo, pero ahora estoy diez veces más motivado que antes”, afirmó. “Mi carrera podría haber terminado este año por problemas de salud o mentales tras el parón forzoso, así que haber superado esos obstáculos me hace volver a creer en mí mismo. En las carreras italianas tenía la cabeza más despejada que nunca, e incluso los médicos dicen que tengo el cuerpo de un joven de 25 años. Oír eso a los 35 no está mal”.
El australiano afronta el futuro con una mezcla de ambición y serenidad. La victoria en un Monumento aún se le escapa, pero su hambre competitiva permanece intacta. “Sigo echando de menos el sello de la victoria en un Monumento o en una gran Clásica, a la que he estado cerca varias veces. El año que viene, el Tour de Francia empieza con una contrarreloj por equipos, así que mi experiencia también puede ser útil allí. Por ahora, estoy disfrutando de cada segundo y del hecho de que vuelvo a ser el Michael de antaño. Sólo quiero seguir divirtiéndome”.
Al reflexionar sobre su larga trayectoria, Matthews no puede evitar sonreír: “Mi carrera abarca varias generaciones. Empecé durante la era Boonen, me enfrenté a Sagan en el medio, y ahora estoy corriendo en la era de Tadej. Por desgracia, me he cruzado con algunos de estos extraterrestres que pueden hacer cosas estelares sobre una bicicleta. Intento hacerlo lo mejor posible y estoy orgulloso de cómo me he adaptado a los diferentes estilos de carrera a lo largo del tiempo”.
A pesar de haber visto pasar distintas generaciones de estrellas, el australiano se mantiene competitivo, sólido y con una mentalidad más fuerte que nunca.
Mirando hacia atrás, Matthews cree que su experiencia cercana a la muerte le ha dado una nueva perspectiva sobre su carrera y su vida. “Creo que probablemente prolongó mi carrera. Me hizo darme cuenta de lo que tengo y apreciar cada oportunidad que se me presenta”, concluyó.
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