¿Podrá
Mathieu van der Poel ser detenido este domingo en la
París-Roubaix 2024? Esa es la gran pregunta de cara al tercer monumento de la temporada.
Niki Terpstra, ganador de la París-Roubaix en 2014, admite que el neerlandés es el favorito antes de la carrera, aunque no descarta una sorpresa.
"La historia también ha demostrado que ha habido solos de cincuenta kilómetros, igual que esprints de un grupo. Así que puede ir para cualquier lado. Pero espero que Mathieu lo tenga muy difícil para deshacerse del bueno", analiza el corredor de 39 años para Wielerflits. "Y por eso se tiran bombas en Carrefour de l'Arbre. Sobre todo al final de esa franja. Ese será un punto crucial de la carrera, porque después no será fácil escaparse".
Uno de los que se espera que desafíe a van der Poel es en realidad su propio compañero de equipo,
Jasper Philipsen. "Es muy bonito, poder jugar con buenos peones en la final", dice Terpstra. "Alpecin-Deceuninck supo hacerlo muy bien. Especialmente en la París-Roubaix, es muy agradable tener un equipo fuerte a tu alrededor. Y además, el año pasado demostraron que también pueden jugarlo bien, y que en las últimas semanas han demostrado en varias clásicas que se conocen para ganar y que pueden beneficiarse de ello ellos mismos".
Entonces, ¿quiénes son los otros contendientes, las apuestas externas para romper los pronósticos y hacerse con la victoria en el histórico adoquinado francés? "Aunque
Joshua Tarling es joven, demostró en el Tour de Flandes que puede aguantar bien la longitud y el cansancio. Ese chico puede rodar muy rápido en los llanos, así que podría puntuar mucho", propone Terpstra. "A eso hay que añadir a
Laurenz Rex. Nunca hay que descartar a
Alexander Kristoff y
John Degenkolb hizo una carrera terriblemente inteligente el año pasado".