Ilan van Wilder, de 25 años, se ha consolidado como uno de los hombres clave en el entorno de
Remco Evenepoel. Compañero de equipo desde hace años, el belga se perfila como uno de sus principales apoyos en el
Tour de Francia, donde ejercerá de lugarteniente en la montaña.
Pese a las bajas por lesión que afectan al equipo (sobre todo la de
Mikel Landa), el belga mantiene una actitud realista pero positiva: "No es fácil tener corredores lesionados, pero no hay mucho que puedas hacer al respecto. Es una pena, pero debemos adaptarnos y hacer la mejor selección posible. Creo que aún tenemos buenas opciones, pero de nuevo, hay cosas en las que no puedes influir."
Actualmente compitiendo en la Vuelta a Suiza, donde marcha décimo en la general, Van Wilder reconoce que no todo ha salido como esperaban: "Me siento bien. El primer día no fue como habíamos planeado. Perdimos mucho tiempo, pero no fuimos el único equipo que lo perdió. No teníamos a nadie con nosotros y no hicimos una buena carrera, todo hay que decirlo. Ha sido una semana extraña."
Aun así, su rendimiento ante los mejores escaladores le da confianza: "Joao Almeida sigue siendo el rival a batir, pero puedo seguirle el ritmo, lo que me da una sensación positiva y motivación para lo que viene."
Van Wilder también destaca su evolución respecto a temporadas anteriores: "Desde el Tour del año pasado, he podido dar otro paso adelante. Sobre todo en términos de dureza: rendir una y otra vez y seguir siendo capaz de atravesar ese muro a pesar de tener algunos días malos." Y añade: "En mi opinión, ahí es donde más he mejorado, lo que también se refleja en mis resultados a nivel World Tour."
Consciente de su progresión, concluye: "En los últimos años no he podido hacerlo siempre. ¿Por qué? El Tour en mis piernas, hacerme mayor, tener más experiencia... todas esas cosas juntas me dan más sustancia."