En el ciclismo, el escenario principal de los esprinters es el
Tour de Francia. Ganar etapas en la Grande Boucle se compara con muy pocas cosas. Para
Paul Penhoët, promesa francesa de 23 años, los primeros intentos llegaron en la edición de 2025 con
Groupama - FDJ. ¿Podrá consagrarse en el futuro?
Penhoët ha vuelto a los entrenamientos con una mentalidad afinada y, sobre todo, con una idea más clara de qué tipo de corredor quiere ser.
En declaraciones a Direct Velo, el velocista de Groupama - FDJ repasó una exigente temporada 2025 que le puso a prueba, le redefinió y, en última instancia, le dio la confianza de que puede subir otro peldaño.
“Soy alguien que se infravalora mucho”, dijo, al analizar con franqueza una campaña 2025 con once top-5 pero sin victorias. Lejos de instalarse en la frustración, ve esa introspección constante como combustible y añade que le empuja “a trabajar todavía más y a encontrar todos los pequeños detalles” que pueden llevarle a un nivel superior.
Sus reflexiones no surgen en el vacío: 2024 quedó parcialmente descarrilado por una lesión de rodilla, que retrasó su debut hasta mayo y limitó su trabajo de esprint y de gimnasio. “Mi entrenador y el personal médico me dijeron que 2025 era un año de reconstrucción para mí. ‘Perdimos’ un año: no pude hacer todo lo que quería. Pero fue por mi salud a largo plazo. Estoy agradecido al equipo”.
Con un calendario completo por fin a sus espaldas, considera la próxima temporada un paso limpio hacia adelante, no más recuperación. “Hay aspectos positivos que sacar”, dijo, subrayando que 2025 le devolvió el ritmo. El objetivo ahora es construir sobre esa base, no empezar de cero.
Paul Penhoet, ciclista de Groupama - FDJ
Un debut en el Tour de Francia que lo cambió todo
El momento clave de su temporada, y quizá de su joven carrera, llegó en julio. Su debut en el Tour de France trajo no solo resultados notables —7.º en Lille, 5.º en Châteauroux, 7.º en Valence—, sino también la convicción de que pertenece al nivel WorldTour.
“No sabíamos realmente, ni el equipo ni yo, cómo lo iba a asimilar”, admitió. Pero la carrera salió mucho mejor de lo esperado y se bajó con confianza, no exhausto. “No terminé el Tour completamente quemado”.
La preparación también fue clave. Llegó a Lille tras un sólido Campeonato de Francia y aseguró que afrontó la carrera “en mi pico de forma”, orgulloso de comprometerse por completo en ayudar
a Romain Gregoire. Cree que ese compromiso fue decisivo para sostener la forma hasta bien entrado julio.
De cara a 2026, el plan pasa por una mezcla cuidadosamente gestionada de citas WorldTour y pruebas seleccionadas de Europa. Conoce el sistema de puntos, el nivel de competencia y las exigencias del sprint tan bien como cualquiera de su edad, y no lo edulcora.
“Habrá que saber equilibrarlo bien: sumar puntos, seamos honestos, y correr contra los mejores”. Insistió en que las carreras ProSeries y Clase 1 siguen siendo vitales en su desarrollo, y añadió: “Todos sabemos que los esprinters funcionan mucho con la confianza. Creo que es importante seguir haciendo ambas cosas”.
El final de su 2025 avaló ese enfoque. Sus cuarto y tercer puesto en el Tour de Guangxi confirmaron que la forma llegaba en el momento justo. Y se marchó al parón con la mentalidad de quien aspira a mucho más.
En sus propias palabras, se fue de vacaciones “con el cuchillo entre los dientes”, convencido de que está cada vez más cerca del gran salto que persigue. “Sigo teniendo ese instinto ganador dentro de mí. Sé que es posible”.