En lo que supone la última temporada de su carrera profesional,
Geraint Thomas sufrió un susto importante tras una dura caída en la tercera etapa del Tour de Suiza. Aunque inicialmente hubo preocupación por su posible ausencia en el
Tour de Francia, el galés ha transmitido un mensaje de calma a través de su pódcast Watts Occurring.
"Obviamente, me estrellé, ¿no? No estoy seguro al 100% de cómo ocurrió", explicó Thomas, que a sus 39 años sigue compitiendo al más alto nivel. Según relató, el impacto fue fuerte: "Me golpeé la rodilla, que estaba bastante bien, pero mi pie quedó atrapado detrás de mí y me torcí la rodilla y los isquiotibiales. Tenía una pierna muerta enorme, y los médicos intentaban meterme en la ambulancia".
Pese a la gravedad del golpe, el exganador del Tour de Francia en 2018 se resistió a abandonar la etapa en ambulancia. "Yo estaba como: No, no, no. Tengo que aguantar", recordó. Finalmente logró completar el recorrido, aunque se vio obligado a retirarse de la carrera al día siguiente por precaución.
"Hubo un poco de idas y venidas y luego el médico dijo: 'No queremos correr el riesgo. Será mejor que te tomes unos días de descanso para asegurarte de que estás al 100%, luego podrás volver a entrenar y estar bien para el Tour'. Así que hicimos eso en lugar de luchar y tal vez empeorar las cosas o compensar en exceso", detalló el ciclista del INEOS Grenadiers.
Con el Tour de Francia en el horizonte, Thomas ya ha retomado la actividad, aunque reconoce que el proceso no ha sido sencillo. "He tenido un par de días fáciles. He estado viendo al fisio y, para ser honesto, eso es lo peor para mí", confesó. "Odio todo eso de la rehabilitación, me destroza. Nunca me ha gustado, siempre me ha costado. Lo he hecho, pero en cuanto vuelvo a estar bien, me subo a la moto durante seis horas. Pum".