A pesar de que el británico
Dan Bigham fué a los
Juegos Olímpicos de Paris 2024 en busca del oro, la medalla de plata en la prueba de persecución por equipos toma otro valor si consideramos la aparatosa caída que sufrió el ciclista el viernes y que bien podría haber puesto en riesgo su continuidad en la competencia.
Hubo un momento, el pasado viernes, en el que Bigham, de 32 años, temió que su sueño olímpico se hubiera acabado. Llevaba ocho años sin caerse en la pista, hasta que chocó con otro corredor que rodaba por encima de las tablas. Ambos cayeron con fuerza y Bigham pensó en lo peor.
"Estaba a unos cinco metros de allí", recordó Bigham para
Cycling Weekly, señalando a la orilla, momentos después de ganar la plata en la persecución por equipos. "Me dolía mucho y pensé, sencillamente, que la había cagado. Me caí a 65 km/h, mi hombro no estaba muy bien. Por suerte, no me he roto ningún hueso, pero mi mayor pensamiento era que había defraudado a estos chicos".
A pesar de salir sin lesiones importantes, Bigham seguía muy golpeado, lo que tuvo el mayor impacto en sus salidas, admite: "Estaba más nervioso que nunca", afirma. "El comienzo fue un factor importante. Básicamente, me duele mucho la articulación, me la he dañado, y empezar duele mucho. Salí lo más fuerte que pude y tuve una gran salida".
Sin embargo, a medida que avanzaba el esfuerzo, afirmó que la lesión "costó rendimiento". "No puedo mentir. Hoy no he dado lo mejor de mí. No he estado en mi mejor forma desde el accidente, y eso es frustrante, sin duda", dijo Bigham.
"Sí, no podemos estar en el escalón más alto y decir que somos campeones olímpicos y todo lo que eso conlleva, pero no nos arrepentimos en absoluto de cómo lo hemos hecho. Han sido unos años bastante épicos".