Matteo Jorgenson impresionó a lo largo de su temporada de debut en el equipo Visma - Lease a Bike, cosechando notables victorias en Dwars door Vlaanderen y París-Niza. Sin embargo, fue en el Tour de Francia de este verano donde el estadounidense causó la impresión más duradera.
Por ello, Jorgenson es optimista sobre su futuro como corredor de Grandes Vueltas en los próximos años. "Algún día, espero competir por la clasificación general en una Gran Vuelta", dice el corredor de 25 años en declaraciones recogidas por Velo. "Lo digo porque este año he cambiado un poco mi perspectiva. Durante el Tour, no tuve ni un solo día malo. Por supuesto, hubo momentos más duros, pero nunca me vine abajo. Especialmente en la tercera semana, me sentí muy cómodo".
La competencia por el liderazgo en las Grandes Vueltas en el Visma es posiblemente tan feroz como en cualquier otro equipo del pelotón, con candidatos potenciales de la talla de Jonas Vingegaard, Sepp Kuss, Cian Uijtdebroeks y el nuevo fichaje Simon Yates. Sin embargo, Jorgenson confía en poder impresionar siempre y cuando se le den oportunidades de liderazgo. "Este año, me he dado cuenta de que mi cuerpo puede rendir a un alto nivel durante tres semanas. Eso era algo de lo que no estaba seguro en el pasado", afirma en un comunicado de prensa del equipo.
Al final, sin embargo, su duro trabajo al servicio de Vingegaard no pudo ayudar al danés a conseguir su tercer Maillot Jaune consecutivo. "En el Plateau de Beille, nos dimos cuenta como equipo de que lo habíamos dado todo para intentar ganar el Tour de nuevo, pero no fue suficiente. Era una subida larga, y escuché a Grischa Niermann guiar a Jonas en ese duro momento", reflexionó.
"Este año ha sido un sueño en muchos sentidos", añade Jorgenson. "He superado límites que no sabía que eran posibles, gracias al esfuerzo del equipo y a mi empeño en ceñirme al plan al máximo".