Michel Hessmann, que contribuyó de forma impresionante a la victoria de Primoz Roglic en el Giro de Italia a principios de año, no ha vuelto a competir desde que dio positivo en un control antidopaje, un incidente que el jefe del
Jumbo-Visma,
Richard Plugge, admite que plantea dudas dentro del equipo.
"El miércoles 16 de agosto de 2023 fue un día negro para nuestro equipo", reflexiona Plugge a la revista RIDE. "Por primera vez en diez años, recibimos el mensaje de que un corredor de nuestro equipo, Michel Hessmann , había dado positivo en un control antidopaje. Tenemos que mirarnos en el espejo, ¿estamos haciéndolo todo bien?".
Por supuesto, el positivo de Hessmann no ha servido para quitar brillo a lo que ha sido una temporada histórica para el Jumbo-Visma, que ha triunfado en las tres Grandes Vueltas. Sin embargo, dada la turbia historia de este deporte, siempre se cuestiona tal dominio y la noticia de Hessmann no ha hecho nada para acallar a este sector de escépticos.
"Todos los implicados en y con nuestra organización deben estar al tanto de todo. Alemania tiene una ley antidopaje, por lo que la fiscalía interviene automáticamente", afirma Plugge. "El derecho penal tiene presunción de inocencia, mientras que el derecho disciplinario razona al revés. Corresponde al deportista demostrar que no ha hecho nada malo. Si la prueba se realiza correctamente, hay dos sabores, o es consciente, o es contaminación por un suplemento u otro medicamento".
"Por ello, en nuestro equipo es obligatorio utilizar únicamente suplementos y medicamentos que hayan sido sometidos a un control por lotes para detectar sustancias dopantes, con el fin de minimizar el riesgo de contaminación. Muchos productos contienen restos de otros productos", prosigue. "En resumen, un atleta no puede limitarse a tomar un suplemento, un medicamento o una bebida energética sin saber si ha sido analizado previamente. Puede haber un control antidopaje los 365 días del año, el atleta debe estar atento todos los días. Eso forma parte de la política del ciclismo. Los ciclistas son controlados entre treinta y 150 veces al año. Eso está bien y debe seguir así. Defendemos un deporte justo en el que los talentos se crucen en igualdad de condiciones".