Casi dos meses después de que la etapa 11 del
Tour de Francia se viera alterada por una protesta en la carretera, el responsable ha sido citado por la justicia. Se trata de Amine Messal, estudiante de la École Normale Supérieure de Toulouse, que será juzgado el 19 de noviembre.
Su acción interrumpió una jornada ya de por sí cargada de dramatismo, en la que Tadej Pogacar se recuperaba de una caída en los kilómetros finales y Jonas Abrahamsen lograba su primera victoria en el Tour. La rápida intervención de un miembro de seguridad evitó que la irrupción se convirtiera en un accidente grave con el pelotón.
El gesto y su motivación
Messal irrumpió en el recorrido en la ciudad de Toulouse con una camiseta blanca en la que podía leerse: “Israel fuera del Tour”, con el objetivo de llamar la atención sobre el conflicto en Palestina. El joven, de 23 años, explicó después que buscaba “un espacio de libertad de expresión”.
Según relató, trató de medir los tiempos para no poner en riesgo a los ciclistas:
“Cuando estaban a 300 metros, salté la barrera, me quité la camiseta exterior y corrí hacia la meta. Lo hice con antelación para que pudieran prever mi trayectoria y mantenerme a la derecha, de modo que no los pusiera en peligro”.
Una acción calculada
Messal insistió en lo premeditado de la protesta:
“Pasó casi exactamente como lo había planificado. Cuando llegaron los corredores, entré en la recta y crucé casi al mismo tiempo que ellos. Si el pelotón hubiera llegado compacto, jamás lo habría hecho. No se trataba de poner en riesgo sus vidas ni la mía”.
Jonas Abrahamsen ganó una etapa en el Tour de Francia 2025, que estuvo cerca de terminar en tragedia
El episodio coincidió con los momentos decisivos de la etapa, en la que Mathieu van der Poel intentaba dar caza a Abrahamsen y a Mauro Schmid. Finalmente, el noruego superó a Schmid en el sprint final, con Van der Poel entrando siete segundos más tarde, mientras Pogacar sufría una caída que lo dejó retrasado a tres minutos.
Un eco en la Vuelta a España
Lo sucedido en Toulouse ha recobrado relevancia tras los incidentes recientes en la
Vuelta a España 2025. La etapa 11 en Bilbao fue interrumpida por un grupo numeroso de manifestantes antiisraelíes, que intentaron invadir la recta de meta y obligaron a los organizadores a neutralizar la carrera a tres kilómetros de la llegada.
No hubo clasificación oficial de etapa, lo que mantiene el debate abierto en torno a la presencia del equipo Israel - Premier Tech en las grandes vueltas y la tensión que arrastra.