La organización de la
Vuelta a Suiza 2025 ha anunciado una serie de nuevas medidas de seguridad, entre ellas la introducción de un sistema avanzado de seguimiento por GPS, en respuesta a las recientes tragedias que han sacudido al mundo del ciclismo profesional.
Las reformas llegan tras las muertes de Gino Mäder en 2023 y Muriel Furrer en 2024, ambas durante competiciones en territorio suizo. El caso de Furrer, hallada sin atención durante un largo periodo tras su caída en un bosque durante el Mundial de Zúrich, generó conmoción y preguntas dolorosas: ¿cómo fue posible que nadie notara su desaparición antes?
Ante esta presión, los organizadores suizos han decidido actuar con contundencia.
En declaraciones a
Cycling Pro Net, Olivier Senn, director de la Vuelta a Suiza, explicó las nuevas estrategias: “Todas las medidas de seguridad serán verificadas por expertos externos con una mirada independiente. Además, pasamos de uno o dos responsables del análisis de riesgos a un equipo de cinco personas.”
Este grupo revisará cada etapa, identificará puntos peligrosos —como curvas de alta velocidad— y aplicará acciones preventivas, desde la colocación de barreras hasta personal de vigilancia específico.
La medida estrella es el nuevo sistema GPS. Todas las bicicletas podrán llevar un dispositivo de rastreo que detecta comportamientos inusuales: paradas prolongadas, salidas del recorrido o cambios bruscos de velocidad. Cuando esto ocurra, se activará una alerta automática al Centro de Mando de Seguridad, que podrá reaccionar en tiempo real. “Si una bici se queda parada 30 segundos o cambia de dirección o velocidad de forma anómala, se nos avisará de inmediato”, explicó Senn.
No todos en el pelotón están convencidos. Algunos equipos han expresado dudas sobre el uso de los datos recogidos, temiendo posibles usos comerciales. Como resultado, el uso del GPS no será obligatorio, aunque quienes lo rechacen asumen mayor responsabilidad. “Para nosotros es una cuestión de seguridad, no comercial”, aclaró Senn.
Las medidas de la Vuelta a Suiza podrían convertirse en modelo para otras carreras, combinando tecnología, vigilancia activa y transparencia en los protocolos. La seguridad del ciclista se está convirtiendo —al fin— en una prioridad visible en la organización de eventos de alto nivel.
Con la carrera suiza prevista para el mes que viene, se espera que estas mejoras marquen un antes y un después en la protección del pelotón.